Elche y Mallorca se verán las caras el domingo (12 horas) en el Martínez Valero. Será un enfrentamiento entre dos equipos que están viviendo de forma paralela sus calvarios particulares en el pozo de la Segunda B, después de haber disfrutado, recientemente, de los lujos de la élite del fútbol español.
El rival de los bermellones sufrió un dramático descenso administrativo de Primera en junio de 2015, tras haberse ganado la permanencia en los terrenos de juego, quedando en décimo tercera posición. La temporada pasada, el club ilicitano recibió el segundo mazazo, casi consecutivo, con el descenso a Segunda B.
El caso del Mallorca es, si cabe, más flagrante. En la campaña 2001-2002 jugaba la Champions League, para la que se clasificó de la mano de Luis Aragonés tras quedar tercero en Liga, además de otras participaciones en la Copa de la UEFA y las históricas temporadas con Héctor Cúper en el banquillo. Y el 28 de junio de 2003, precisamente en el Martínez Valero, mismo escenario del partido de este próximo domingo, los rojillos, con Gregorio Manzano, lograron el mayor éxito de su historia, la Copa del Rey, al vencer al Recreativo de Huelva 3-0, con goles de Pandiani y Etoo (2).
Los mallorquinistas que se desplacen el domingo a Elche, una ciudad a la que le tienen un cariño especial por aquel hito, tendrán que pellizcarse dos veces para comprobar que no están viviendo un mal sueño.
Ahora, tanto Elche como Real Mallorca luchan por recuperar su sitio en el fútbol profesional y en la presente campaña no les vale otra cosa que no sea el ascenso.
Los ricos de la categoría
En ese peregrinaje por la categoría de bronce, franjiverdes y bermellones son dos de los grandes favoritos y son considerados, por el resto de rivales, como los ricos de la categoría. Los mallorquines cuentan con un presupuesto para su primera plantilla de cerca de tres millones de euros y cuentan con futbolistas como el delantero Lago Junior o el central Raíllo, que continúan de la temporada pasada en Segunda División, con fichas que superan los 200.000 euros. Además, en la presente campaña ficharon al centrocampista Salva Sevilla, que llegó del Espanyol de Primera División, que también ronda esas cantidades o incluso las supera. Por su parte, el Elche tiene presupuestado un gasto de 1.580.000 euros para los componentes del primer equipo, más 205.000 en incentivos, como pueden ser primas por el ascenso.
Unas cifras que, después de las destituciones de dos entrenadores (Vicente Mir y Josico), la llegada de Pacheta y los cambios en la plantilla en el mercado de invierno con las marcha de Diego Benito, Peris, que está cedido al Marbella; Adrián Jiménez (Atlético de Madrid B) y Golobart (Mérida); y los fichajes de Jony Ñíguez (UCAM), Josan (Albacete), Zotko (Mestalla), Manu (Cultural Leonesa) y Neyder (Sanse); puede acercarse a los dos millones de euros.
Además, Elche y Mallorca tienen con respecto al resto de los equipos de la categoría una ventaja de 1,5 millones de euros, una cantidad recibida por cada equipo en concepto de ayuda al descenso.
Por si fueran pocas las similitudes entre franjiverdes y bermellones, ambos clubes están en fase de convenio de acreedores después de salir del concurso. Pero hay una diferencia, el club mallorquín fue comprado por Robert Sarver, dueño de la franquicia de la NBA Phoenix Suns, con el apoyo del también jugador de la NBA Steve Nash. Curiosamente, Sarver adquirió el Mallorca después de ver un partido de Segunda División en el Martínez Valero contra el Elche. Horas después, el 4 de enero de 2016, se anunció la venta por parte del entonces máximo accionista Claassen, y Sarver pagó 21 millones.
Además, en noviembre de 2017 abonó de su bolsillo más de ocho millones de deudas con Hacienda y algunos acreedores. En ese aspecto, en el Elche no ha llegado o no han dejado entrar un inversor con dinero.
