Álex López confesó ayer en Son Bibiloni que el duelo de este domingo ante el Elche está marcado en rojo en el calendario: "Tanto el míster como el cuerpo técnico nos dicen que es una final, y eso ya lo sabemos. En el vestuario se respira el ambiente de que no es un partido más, es el que marcará la diferencia en estar arriba más holgadamente o tener que sufrir un poco más".

El delantero del Mallorca tiene clara la receta para tumbar a otro de los gallitos de la categoría y que ocupa la tercera posición, a siete puntos de los bermellones. "Tenemos que afrontar el partido del Elche como una final, que es lo que es. El equipo debe salir a tope, al cien por cien, para sacarlo adelante. Ganando no se cerrará la Liga, pero daríamos un golpe sobre la mesa y demostraríamos que aquí estamos nosotros", reflexionó ante los periodistas. El bermellón también evidenció unas ganas especiales de jugar este encuentro. "Es que la mejor manera de afrontar la recta final es jugar un partido de play-off como este que marcará el devenir del equipo", indicó.

El catalán reconoció que el triunfo ante el Lleida (3-2) del pasado domingo tranqulizó al equipo. "Llevábamos tiempo esperando que llegara la victoria ya que el equipo necesitaba recobrar la confianza perdida y es cierto que hemos empezado la semana diferente", afirmó antes de dejar claro que se sienten capacitados para derrotar a los ilicitanos, que desde la llegada de Pacheta al banquillo ha mejorado sustancialmente sus números.

"Están jugando a un buen nivel, pero ya hemos demostrado que podemos ganar en cualquier campo y tenemos que demostrar que somos el mejor equipo de la categoría. Además, debemos valorar ir a un estadio como el Martínez Valero y ponernos el mono de trabajo y darlo todo", señaló el jugador catalán tras el entrenamiento matinal.