El Real Mallorca atraviesa una crisis de fútbol y resultados que va mucho más allá del aspecto puramente deportivo. Presión, ansiedad, desconcentración, miedo... Son muchos los matices que están interfiriendo en el rendimiento de los futbolistas en esta fase final del campeonato e "inconscientemente se esconden en tópicos como el de 'ir partido a partido' cuando su mente está puesta ya en los play-off", aseguran varias voces reconocidas en el campo de la psicología del deporte, una disciplina que se encarga de optimizar el rendimiento del deportista en competición.
DIARIO de MALLORCA analiza junto a tres psicólogos la situación que atraviesa actualmente el equipo de Vicente Moreno y las posibles soluciones para revertir la coyuntura.
Alexandre García es profesor de Psicología en la UIB y lleva varios años trabajando con deportistas de alto rendimiento. El especialista apunta directamente a la estructura del club presidido por Andy Kohlberg como una de las principales causas del bajo rendimiento que atraviesan los futbolistas.
"El tema de la actitud de los futbolistas está estrechamente relacionado con la situación global que atraviesa el club. Pese a que los jugadores no quieran admitirlo, ellos no saben lo que va a ocurrir con sus vidas el próximo año, es una situación de incertidumbre que interfiere en sus actuaciones. Siempre recurren a lo de ir partido a partido, pero aquí estamos hablando de Segunda B, no estamos hablando de Champions, ellos saben que su revalorización como personas y jugadores será posible si consiguen el ascenso. Ahora mismo subir es su proyecto vital y es lógico que solo tengan en mente eso", reconoce García, que insiste en la falta de una figura en el club que asuma ciertos roles: "Evidentemente se echa en falta la figura de un presidente que dé la cara en momentos como estos. El otro día en Paterna, por ejemplo, era un partido muy importante para Vicente Moreno, y el míster necesitaba a su lado a alguien que le brindara su apoyo. Esa figura no existe ahora mismo en el Real Mallorca. Sí tenemos a un jugador de baloncesto que entrena con la plantilla en medio de Son Bibiloni, pero se echa en falta a alguien que dé la cara y muestre su confianza pública a estos jugadores".
Óscar Bueno lleva varios años dedicado profesionalmente a la psicología deportiva en la isla. Ha colaborado con clubes como el Real Mallorca, el Palma Air Europa y equipos de fútbol de casi todas las categorías.
Bueno achaca el bajo rendimiento del equipo a dos planos, "el deportivo y el psicológico". "Es evidente que a nivel futbolístico les falla algo. Quizás el resto de equipos les han tomado la medida y eso provoca que ya no sean capaces de generar las oportunidades que creaban al principio de temporada. Entre las bajas por sanción y por lesiones y la falta de creatividad que está mostrando el equipo, es normal que los resultados no lleguen como antes", reconoce el palmesano.
"En el segundo plano, en el psicológico, se debe trabajar individualmente con los futbolistas. Aunque se trate de un equipo, lo importante es que cada jugador se enfoque en sí mismo, más allá del lema que han puesto de moda: 'Som una pinya'. Cada futbolista ha de ser capaz de centrarse en sus dos o tres puntos clave y, a partir de ahí, intentar sacar su máximo rendimiento. Si cada jugador respeta sus cualidades y es capaz de mostrarlas, sobre el campo se verán cosas diferentes", asegura.
Bueno utiliza el ejemplo de Lago Junior: "Si eres Lago, por ejemplo, debes saber que tu velocidad es superior a la del rival y debes enfocarte en hacer desmarques de ruptura e intentar irte en el uno contra uno, arriesgarte pese a que las cosas puedan salir mal. De diez veces que lo intentes, si te salen dos y una acaba en gol, eso que ganas. Hay jugadores que en la primera vuelta se atrevían a hacer cosas que ahora tan siquiera intentan, eso es falta de confianza".
Bueno también resalta el nerviosismo que genera la disputa de las eliminatorias por el ascenso, donde te juegas toda una temporada en muy pocos minutos: "Los jugadores ya sienten esa presión. Por mucho que queden primero no se aseguran el ascenso, eso puede generar un estado de nerviosismo. Saben que tienen un colchón de puntos con sus máximos perseguidores, pero son conscientes de que en los play-off ese colchón sirve de poco".
Por su parte, Yolanda Cuevas es psicóloga de la salud y el deporte. La experta coincide con Óscar Bueno en la importancia de que los jugadores trabajen individualmente en esa confianza perdida. "Lo que debería hacer el Mallorca es recatar su pasado y ponerlo en valor en el presente. El cerebro no está creado para ser feliz, está programado para quedarse con las cosas negativas y cuando las cosas salen bien, parece que no se les da el suficiente valor. Cada futbolista, a nivel individual, debe recordar qué ha hecho bien para estar donde está. Un ejercicio muy positivo en este sentido es sentar a todos los futbolistas y que cada uno saque las aspectos positivos que ve en sus compañeros. Para la gente es muy importante que el resto sepan valorar lo que uno hace bien, se trata de regar la planta que está mustia".
Cuevas reconoce que el nerviosismo que atraviesa actualmente el plantel, y que se hace patente sobre el terreno de juego, puede ser causa de las expectativas que hay con respecto a los play-off de ascenso. "Seguramente están anticipándose a lo que puede ocurrir, en lugar de estar centrados en el ahora. Tienen una ansiedad que les invita a fantasear y pensar que esto puede ir mal. Al final lo que ocurre es que no se están centrando en el presente y están más preocupados por lo que tiene que venir. En el deporte, como en muchas otras cosas en la vida, debemos centrarnos en lo que estamos viviendo, para sacar del presente todo lo mejor y calmar los pensamientos del futuro", zanja.
