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Segunda Divisón B

El líder juega duro

El Real Mallorca es el segundo equipo con peor comportamiento del grupo III, con 86 amarillas y cinco rojas - No hay ni un solo partido en el que el conjunto bermellón no haya sido amonestado

El colegiado muestra una tarjeta amarilla a Damià, durante un partido de la temporada. tooru shimada

Empujar a un contrario de forma temeraria, derribar a un rival en la disputa del balón, no respetar la distancia reglamentaria en la ejecución de un tiro libre o, sin ir más lejos, golpear a un adversario con un uso de fuerza excesiva estando el juego detenido, acción acuñada por Álex López el pasado domingo en Llagostera. Hay motivos de todos los colores para que un árbitro detenga un partido, introduzca la mano en el bolsillo de su pecho y sancione a un jugador con tarjeta. En esto, el Mallorca se ha vuelto todo un experto en la categoría.

En la clasificación del Juego Limpio, estadística que mide a los equipos en función de las tarjetas, tanto amarillas como rojas, que ven durante los partidos, el conjunto bermellón aparece como el segundo peor equipo del campeonato, solo superado a día de hoy por el Valencia Mestalla. El Mallorca ha sido amonestado en lo que va de campaña con 86 tarjetas amarillas y cinco rojas, lo que significa que los jugadores rojillos ven cómo los árbitros les muestran una cartulina cada 24,7 minutos.

1.363 amarillas y 84 rojas son las tarjetas que han sacado hasta el momento los árbitros del Grupo III de la Segunda División B, una media de 63 papeletas ocres y cuatro coloradas por equipo, porcentaje que el Mallorca supera ampliamente. Pese a que el conjunto balear lidera la tabla clasificatoria, los colegiados están castigando en exceso la actitud del equipo sobre el campo, ni más ni menos agresivo que la del resto de sus rivales. Basta con echar un vistazo, por ejemplo, al partido del pasado domingo en tierras catalanas, saldado con seis amarillas y una expulsión para el equipo de Moreno y solo dos tarjetas ocres para los locales.

El jugador más 'sucio' del plantel mallorquinista es Joan Sastre. El lateral diestro de Porreres ha visto hasta el momento nueve amarillas y una roja, por las nueve con las que cuenta actualmente Antonio Raíllo. Además, hasta cuatro jugadores más han sido expulsados en lo que va de campeonato. En la jornada siete, Lago Junior vio la roja directa en el 89 tras "golpear a un contrario con su brazo en la cara y dilatar su salida del terreno de juego". En la trece, Abdón Prats fue expulsado por protestar desde el banquillo pocos minutos después de que fuera sustituido ya con una amarilla en su cuenta particular y en la veintitrés, Pedraza recibió la segunda amarilla por un salto fortuito con un adversario, amonestación que el Comité de Apelación se encargó de retirar posteriormente.

De los cuatro líderes de los respectivos grupos de la división de bronce del fútbol español, el Mallorca es sin lugar a dudas el equipo que juega más duro. El Fuenlabrada, del Grupo I, tan solo ha sido amonestado hasta el momento con 49 amarillas y ni una sola expulsión, encabezando de esta forma el Juego Limpio de su respectiva zona; por su parte el Sporting B cuenta con 73 amarillas y dos rojas por las 64 ocres y seis expulsiones que suma el Cartagena, del Grupo IV.

Curiosamente el Mallorca se comporta de la misma forma sea cual sea el rival y el campo en el que se encuentre. Ante su afición los rojillos han visto un total de 43 tarjetas por las 48 que les han mostrado en sus desplazamientos. No hay ni un solo partido en el que los rojillos no hayan sido apercibidos al menos en una ocasión, mientras que fue ante el Alcoyano, en la séptima jornada, y el pasado domingo en Llagostera, cuando el árbitró se resarció más con el conjunto rojillo.

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