Un empate y gracias. Eso fue lo que debió pensar Vicente Moreno cuando el colegiado pitó el final del encuentro en tierras catalanas. El Mallorca soportó el asedio del Llagostera durante los últimos minutos de la segunda parte y se llevó un punto que sabe a gloria. La justa expulsión de Álex López en el 40 y un penalti no pitado a Raíllo en el 8 pudieron conducir a un peor resultado.

Vicente Moreno devolvió la titularidad a Xisco Campos, tras dos encuentros consecutivos sin el de Binissalem en el once. Lo más justo sería emplazar la primera parte bermellona al cajón del olvido. El Mallorca se cargó con cinco amarillas, una expulsión, tibias ocasiones de gol y poco fútbol. El Llagosterá perfiló sobre la moqueta su partido anhelado. Seguros en la zaga y con contadas oportunidades nacidas de jugadas a balón parado.

El Mallorca estuvo desubicado, faltón en algunos pases y algunas fases del encuentro y mereció incluso irse al descanso con un resultado adverso. En el minuto ocho el colegiado valenciano no vio un claro agarrón de Raíllo a Pablo dentro del área, en el 11, el conjunto gironés contó con una oportunidad muy clara de cara a portería: la defensa bermellona sacó sobre la línea de gol un balón bombeado de Alaín, con Reina totalmente batido.

La carga de tarjetas amarillas durante el primer tiempo, una cada nueve minutos, hizo mella en el conjunto balear, incluso Moreno, sereno casi siempre en sus actuaciones, fue amonestado por el colegiado valenciano. En el 40 llegó la expulsión de Álex López. El delantero catalán golpeó innecesariamente a Guichón con el juego parado, la roja fue justa.

El preparador de Massanassa modificó su discurso en la segunda parte. En el 50 introdujo el primer cambio, sentó a un desaparecido Bustos y colocó a José Ángel en el centro de la defensa. La seguridad en la zaga con la inclusión del central salmantino despertó a Sastre, capacitado ahora para iniar sus cabalgadas por la banda.

Pese a su superioridad numérica sobre el campo, el equipo catalán mostró excesivos problemas de cara a armar alguna jugada con peligro. Despertó el equipo de Óscar Álvarez a falta de veinte minutos para el final del encuentro. Pau Bosch en el 69, Guichón en el 75 y Pablo en el 77 obligaron a Reina a exhibirse bajo los tres palos, seguro y acertado siempre el guardameta andaluz. Lo más destacado del Mallorca en la segunda parte fue la entrada de Faurlín en el campo, quien disputó sus primeros diez minutos con la elástica bermellona.

El punto en Llagostera se vendió caro. Los de Vicente Moreno sacaron petróleo con un jugador menos en el campo, un buen resultado teniendo en cuenta el devenir del partido.