La Policía Nacional y la Policía Local de Palma mantendrán un dispositivo especial de vigilancia para evitar posibles altercados entre las hinchadas del Real Mallorca y el Atlético Baleares, al estar considerado un partido de "alto riesgo". Varias decenas de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) se situarán en lugares estrátegicos desde varias horas antes del encuentro, para garantizar que los grupos de seguidores de los dos equipos no coincidan ni antes, ni durante, ni después del derbi. La Policía Local de Palma incrementará también su presencia, ante la mayor afluencia de trafico que se prevé en las inmediaciones del estadio.

Según explican fuentes policiales, las estrategias durante estos encuentros de máxima rivalidad, en los que se presume que puede haber altercados, responden a un protocolo perfectamente establecido, que pasa por evitar los contactos entre los grupos rivales tanto antes, como durante y después del encuentro.

Los responsables policiales mantienen contactos con los coordinadores de los equipos para tener información sobre las previsiones de espectadores que acudirán y el trayecto que seguirán. Desde dos horas antes del encuentro, los agentes de la UPR, dependiente de la Brigada de Seguridad Ciudadana, se desplegarán en diferentes para controlar el trayecto que seguirán las dos hinchadas, y asegurarse que no coincidirán en las horas previas y que accederán al estadio de Son Moix por puertas diferentes.

En el estadio, tanto la Policía como los servicios de seguridad privada controlarán que no se introduzcan elementos prohibidos por la Ley del Deporte, como pueden ser bengalas o símbolos nazis. Durante el partido, las dos hinchadas se ubicarán en espacios separados. De hecho, la afición del Baleares ocupará el Fondo Sur de Son Moix. Agentes de Policía y vigilantes privados controlarán deforma directa y a través del servicio de cámaras instaladas en el campo, que no se produzcan altercados .

Y una vez finalizado el encuentro, el esquema se repite. Los agentes mantendrán el dispositivo especial para acompañar a las diferentes hinchadas a sus lugares de origen, de manera que los grupos no coincidan y se puedan registrar enfrentamientos violentos.