Un penalti en el primer minuto de la segunda parte decidió el que tenía que ser el partido de la Liga entre el Mallorca y el Elche. El lateral Tekio agarró de manera inocente a Abdón cuando este se disponía a rematar y el colegiado no lo dudó: penalti y expulsión. Lago Junior se encargó del lanzamiento y ahí se acabó el partido. Porque si el Elche no fue superior con once, tampoco lo iba a ser con diez, echando por tierra la teoría del siempre recurrente Helenio Herrera, el autor de la frase “se juega mejor con diez que con once”. No ante este Mallorca, que juega una Liga aparte.

Por si quedaba alguna duda de lo que iba a pasar, Álex López marcó el segundo ocho minutos después al aprovechar un buen centro de Bonilla. Su primer remate a bocajarro lo interceptó José Juan, la temporada pasada en el Lugo, pero su rechace fue de nuevo aprovechado por el delantero catalán, que enchufa las que tiene. Con dos goles abajo y en inferioridad, el Elche se abrió en busca de un milagro. Dejó muchos huecos en defensa y se vio un partido de lo más entretenido, con continuas contras del Mallorca que llevaron siempre el peligro al área ilicitana. Fue ahí cuando se vio la mejor versión de Lago Junior. Con espacios y gracias a su velocidad, hizo lo que quiso entre la defensa del Elche. En el minuto 63 protagonizó la jugada del partido, deshaciéndose de cuantos rivales le salían al paso. Su centro desde la izquierda no fue aprovechado por Abdón por milímetros. Mereció ser gol. En cualquier caso, el de Costa de Marfil se ganó la ovación de una afición entregada, que se lo estaba pasando pipa.

El resultado pudo y debió ser más abultado, porque ocasiones las tuvo de todos los colores el Mallorca. Las más claras, las de Álex López al poste en el minuto 58 y de nuevo el mismo protagonista en el 74 cuando cabeceó fuera un gran centro de Sastre, otra vez a un gran nivel.

Flojo comienzo

El partido entre los dos mejores de la Liga no empezó de la mejor manera. La primera parte fue una castaña como pocas veces esta temporada. Le tenía mucho respeto Vicente Moreno a esta cita, no solo por la entidad del rival, sino por el cambio de entrenador. El técnico valenciano lo estudia todo al detalle, sabe cómo juegan sus rivales, cómo se mueven en el campo, cómo atacan, cómo defienden. Pero todo se fue al traste con la destitución de Vicente Mir. Acciari, el nuevo entrenador, en la grada, se estrenaba, con todo lo que ello implica.

El Mallorca salió empanado. Los dos equipos se tenían mucho respeto, quizá demasiado. Y es por eso que en la primera parte apenas pasó nada reseñable. Moreno recuperó a Abdón y Pedraza, que cumplieron sanción en Lleida, y sacrificó a Pol Roigé para confiar las bandas a Lago y Giner. Costó superar a un ordenado rival, pero al final, ya sea por una cosa o por otra, el Mallorca siempre sale a flote. Ayer, ayudado por un penalti sin discusión. El equipo volvió a demostrar que le basta muy poco para imponerse a sus rivales. En cuanto aprieta el acelerador, las diferencias se manifiestan.

Son ya trece puntos los que saca al segundo, el Villarreal B, en solo quince jornadas. Un auténtico escándalo. A medida que transcurran las jornadas y si la diferencia se amplía, el reto de Moreno será mantener la tensión hasta el final, hasta la cita decisiva del play off de ascenso, que ya nadie duda de que lo jugará el Mallorca como primero de su grupo. Pero para mediados de mayo falta todo un mundo, muchos rivales, muchos campos de Tercera que visitar. El desafío ahora es alargar la racha de imbatibilidad todo lo que se pueda. De momento no encuentra rival el Mallorca, flamante campeón de invierno, que no se cansa de ganar.

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