Nueve años, dos meses y siete días después, el Mallorca ha saldado la deuda que mantenía con el Athletic de Bilbao por Aritz Aduriz. El club vasco informó ayer en su página web que la entidad propiedad de Robert Sarver había realizado el último pago de la deuda, aunque sin especificar la cantidad. Lo que no decía es que la cifra alcanza los 650.000 euros, una cantidad que se incluye dentro de los seis millones que el banquero inyectó el jueves para dar carpetazo a sus obligaciones con los acreedores ordinarios del concurso.

Aduriz aterrizó en Son Moix el 26 de agosto de 2008 como el fichaje estrella de un Mallorca ambicioso, consolidado en Primera División y que se había quedado fuera de entrar en la Liga Europa por un solo punto el curso anterior. El club, que pertenecía a Vicenç Grande, acordó el traspaso por la friolera de seis millones de euros, lo que le convertía en la segunda compra más alta de la historia de la entidad, solo superada por los 7,2 pagados por el cincuenta por ciento de Samuel Etoo.

Sin embargo, el Athletic denunció que el Mallorca no fue abonando la deuda en los plazos acordados, lo que motivó una enorme polémica entre ambas entidades. Era la antesala de los graves problemas económicos de la institución que obligó en mayo de 2010, al entonces dirigente Mateu Alemany, a anunciar la entrada del club en concurso de acreedores tras acusar a Grande de haber provocado un déficit de 24 millones en sus dos últimos años de gestión. Además, en julio de ese mismo año el delantero donostiarra, que había anotado veintitrés tantos en dos temporadas como bermellón, fue vendido al Valencia por cuatro millones, dinero que se quedó íntegramente en las arcas de Son Moix, para mayor indignación en Bilbao, porque los bermellones ya estaban en el proceso concursal.

El Athletic y el Mallorca pactaron una quita del dinero que se debía del cincuenta por ciento, que se rebajó, en 2012, de 2,5 millones a 1,25. A partir de ahí, el Mallorca fue pagando según el calendario establecido, aunque el descenso a Segunda B no obligaba a los baleares a pagar los últimos 650.000 euros porque había dejado de pertenecer a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), tal y como informó en la asamblea el propio secretario de la junta directiva de los rojiblancos, Javier Aldazabal. De ahí su sorpresa que el Mallorca, un mes después, haya ingresado el dinero en la cuenta del Athletic, donde regresó tras su etapa en Mestalla el propio Aduriz.