Hay partidos que los ganan los delanteros, y otros que se deben a los porteros. Como ayer. Con cuatro felinas intervenciones en la primera parte y alguna más en la segunda, Reina dio los tres puntos al Mallorca ante un gran Villarreal B, rematado por Lago Junior a los cinco minutos de la segunda parte con un golazo. Un auténtico equipazo el filial del Villarreal, que si no se llevó la victoria de Son Moix fue por culpa del guardameta rojillo, impecable toda la matinal. Con estos tres puntos ya saca siete al segundo clasificado, el Villarreal B, y prosigue su marcha triunfal que le ha de conducir al play off de ascenso como primero de grupo, el único objetivo.

La primera parte fue un monólogo visitante, que demostró con creces por qué llegó invicto. Con jugadores desequilibrantes arriba, sobre todo Chuca, Raba y Leo Suárez, inquietó más que ningún otro equipo hasta ahora al Mallorca, que se agarró a Reina para mantener su portería a cero. El guardameta malagueño evitó la derrota de su equipo, y por más de un gol. Hasta cuatro intervenciones de mérito realizó, a cual más meritoria. Empezó a los 28 segundos cuando se lució a disparo de Chuca, en una demostración de las intenciones del filial del Villarreal, dispuesto a llevarse los tres puntos de la isla y presionar al líder.

A los 25 minutos continuó el recital del portero mallorquinista, cuando evitó un gol de Raba que ya se celebraba en el banquillo del Villarreal. La ovación de los aficionados fue muy similar a si el equipo hubiera marcado. Motivos para ello había de sobra. La exhibición de Reina fue la clara demostración de que los porteros también ganan partidos. Y Reina seguía monopolizando el duelo. Tres minutos después de evitar el gol del Villarreal se hizo el silencio en el estadio. Reina se tumbó sobre el césped para ser atendido por la fisioterapeuta. Afortunadamente todo quedó en un susto y el héroe de la matinal pudo seguir deleitando a la afición. Como en el minuto 40, cuando voló hacia la escuadra izquierda de su portería para impedir otro gol, esta vez de Chuca.

Mientras, el Mallorca hacía lo que podía. Desquiciado por un colegiado malo malísimo, que solo veía acciones punibles de los jugadores locales, se veía desbordado por la calidad de los rivales. Raba, Leo Suárez, Chuca y hasta el exrojillo Dalmau, con más ganas que nunca, como si quisiera demostrar que se han equivocado con él. Saltaron chispas en su duelo con Raíllo, al que sacó de sus casillas. Intervencionista como pocos entrenadores, Moreno movió ficha a la media hora. Quitó al lateral Bonilla, el primer sorprendido de la decisión de su técnico, y dio entrada a Cano mientras Giner se retrasaba al lateral. Lo que pretendía era ubicar a Lago a la banda izquierda, su sitio natural y donde realmente marca la diferencia.

En la segunda parte pocas cosas cambiaron. En una de las pocas llegadas claras del Mallorca, Lago adelantó a su equipo. El jugador más determinante del cuadro rojillo, junto a Reina, se fue de dos defensas, levantó la vista, y colocó el balón al segundo palo de la portería de Diego. El equipo que menos lo merecía iba por delante. Pero el fútbol solo entiende de goles, por eso ganaba el Mallorca.

Con el gol de Lago, poco cambió el panorama. El Villarreal B seguía siendo el dueño del balón, aunque también es verdad que llegaba con menos claridad al área de Reina. En una nueva acertada decisión de Moreno, a los diez minutos de la reanudación dio entrada a Salva Sevilla por un excitado Álex López. Con su experiencia, el ex jugador del Espanyol puso la pausa que necesitaba el equipo. Y así fueron pasando los minutos. Al final, fiesta grande, como cada domingo esta temporada.