Este Mallorca no se cansa de ganar. Y lo hace de forma rápida y contundente. Sin dejar opción a la sorpresa. Ayer volvió a demostrarlo cuando, al cuarto de hora, dejó prácticamente visto para sentencia su partido ante el modestísimo Ebro. Álex López a los cinco minutos, con un zurdazo espectacular, y Ferran Giner diez minutos después, finiquitaron el partido y cualquier opción de su rival para intentar, al menos, lograr un punto que para ellos hubiera sido como una victoria.

Moreno le tenía mucho respeto al partido, no tanto por el rival sino por las reducidas dimensiones del terreno de juego, un campo más propio de regional que de Segunda B, aunque esta sea una Tercera disfrazada. Además, por si faltara algo, se jugó sobre césped artificial, lo que a priori perjudica al Mallorca, menos acostumbrado que la mayoría de sus rivales.

Por eso la consigna era clara: afrontar el partido dispuesto a no dejar un mínimo resquicio a la sorpresa. Y sus jugadores le obedecieron sin rechistar. A los cinco minutos Álex López enganchó un zurdazo al borde del área que hizo inútil la estirada de Salva, guardameta local. Lo más difícil se había conseguido. Pero no se rindió el Mallorca, dispuesto a abrir diferencias en el marcador cuanto antes. Y llegó al cuarto de hora cuando Sastre inició un contragolpe desde su banda derecha, levantó la vista y vio a Ferran Giner en el otro lado del campo. Para él fue el balón y suyo el zurdazo, templado pero colocado, que se coló al fondo de la portería. 0-2, el Everest delante del Ebro.

Abdón, muy flojo toda la mañana, tuvo el tercero en sus botas en el minuto 24, pero esta vez Salva estuvo acertado y adivinó la intención del delantero de Artà. Tres minutos después vio la tarjeta amarilla, la cuarta que ve en el campeonato, por lo que Moreno le retiró en el tramo final del encuentro para evitar un disgusto y posibilitar que juegue el próximo domingo contra el Villarreal B, primero contra segundo, en un partido que puede abrir todavía más diferencias a favor del Mallorca con respecto a sus inmediatos perseguidores.

Ceder el dominio

La segunda parte fue muy diferente a la primera. Con el trabajo hecho, el Mallorca cedió el dominio del partido a su rival, que buscaba la heroica. Tanto cedió el balón, o se desentendió descaradamente de él, que a Moreno no le gustó un pelo lo que estaba viendo. Un gol del Ebro podía poner en peligro una victoria que se daba por segura. Lo que pasó es que el partido se embruteció. Y como ha pasado en otros encuentros, los rojillos se cargaron de tarjetas. Hasta cinco vieron los jugadores del Mallorca en un partido que no presentaba mayores dificultades. Aunque también es verdad que los locales iban con todo a por la pelota, conscientes de su debilidad, y seguramente de su impotencia.

Moreno decidió introducir cambios. Cedric y Salva Sevilla entraron por Abdón y Damià, en el primer partido que este se piersus primeros minutos. La consigna era aguantar. Y se consiguió con alguna que otra complicación. Pero se logró el objetivo, el de la suma de los tres puntos y, una jornada más, estar invicto como visitante. Reina no sabe lo que es recoger el balón del fondo de su portería, el primer dato para entender la gran superioridad de este Mallorca cuando se llevan disputadas nueve jornadas.

Con ocho victorias y un empate iguala el inicio del Racing de la temporada pasada, equipo que finalmente no logró el ascenso, en un aviso para navegantes. El último equipo que subió con los números del Mallorca fue el Cádiz en la temporada 08-09. Pero no es hora de fijarse en los números sino en seguir sumando para llegar en las mejores condiciones a un play off de ascenso que se da por seguro.

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