Partido trampa el que le espera al Mallorca este mediodía en Son Moix con la visita de una UE Llagostera que no sabe ganar, ni marcar, en casa, pero que se muestra como un equipo fiable cuando juega como visitante. El equipo llega a la cita ante el conjunto gironí con hambre de fútbol. Las semanas se están haciendo muy largas, en palabras de Vicente Moreno, y ya hay ganas de jugar para intentar sumar lo que sería la quinta victoria de la temporada en seis partidos y seguir la pugna por el liderato con el Elche.

El técnico valenciano es poco partidario de mover lo que funciona por lo que, salvo sorpresa, repetirá el once que se impuso el pasado domingo en Ontinyent. Cedric, que dio el susto en El Clariano, aguardará su oportunidad en el banquillo por segunda semana consecutiva. Y es que el delantero nigeriano ha empezado a entrenar a mitad de semana y Moreno no querrá arriesgar más de la cuenta.

Al Mallorca le espera un rival complicado, pese a que la clasificación, decimoquinto, pueda indicar lo contrario. El equipo entrenado por Óscar Álvarez, que ha sustituido esta temporada a Oriol Alsina, marido de la presidenta Isabel Tarragó, es un desastre en casa -lo ha perdido todo sin marcar ni un gol-, pero cuando se desplaza es un grupo fiable. Ganó en Cornellà (0-1) y empató en el difícil campo del Villarreal B (0-0). Es un equipo que se muestra contundente en defensa, pero con evidentes problemas de gol, solo dos, en el furgón de cola de la categoría en este apartado. Basa su fuerza en ataque en las jugadas de estrategia, por lo que el Mallorca deberá estar muy atento a no cometer faltas al borde del área.

El equipo rojillo necesita de una vez por todas una victoria contundente, que no deje dudas en los aficionados, y que de paso suponga una alta dosis de autoestima de unos jugadores que están cumpliendo con el guión previsto, pero sin ningún alarde. Las cinco victorias que figuran en su casillero han sido por la mínima, incluso la del día que se destapó con tres goles. El Saguntino fue capaz de marcarle dos, los primeros de la temporada, que dejó un regusto amargo.

Como es habitual, Moreno ha preparado muy bien el partido. Gran estudioso de los rivales, el técnico valenciano sabe que si sus jugadores no hacen las cosas bien van a sufrir. La Llagostera, como todos los rivales que visitan Son Moix, jugará sin ningún tipo de presión, conocedor de que tiene mucho a ganar y poco a perder. Son Moix ha de ser un fortín si el equipo quiere luchar por la primera plaza porque todo apunta a que el Elche y algún otro equipo se dejarán muy pocos puntos a lo largo de la temporada.