"¿Has visto Carlos? Ya nos la están jugando estos del Mallorca. Yo aquí puntual y ellos haciéndonos esperar. Esto es todo para desconcentrarnos". Francesc Fullana, capitán del Atlético Baleares, bromea con su jefe de prensa. Xisco Campos ha avisado de que el entrenamiento del Mallorca se ha alargado y que llegará algo tarde. Más allá de lo que muchos puedan pensar, buen rollo y respeto son las máximas con las que ambos futbolistas jugaron ayer en la entrevista para DIARIO de MALLORCA y con las que, seguro, jugarán mañana sobre el campo.

Ninguno de los dos futbolistas había nacido cuando Baleares y Mallorca disputaron su último derbi liguero. Corría el año 1980 en la Tercera División del fútbol español. 37 años después, ambos equipos se reencuentran. A pesar del tiempo transcurrido, las ganas siguen intactas. Francesc Fullana (Montuïri, 1989) y Xisco Campos (Binisalem, 1982) hablan desde el respeto, pero en sus comedidas palabras se intuye también la ambición por llevarse tan deseado encuentro.

"Es evidente que se trata de una semana especial. La plantilla tiene claro que no es un partido decisivo, pero no se puede obviar que es un encuentro con unas connotaciones particulares", asegura Campos, central del Real Mallorca. Fullana, mediocentro del Baleares, coincide: "Sabemos de la importancia de este partido, sobre todo por la carga moral que supondrá el resultado. Seguramente vivamos el enfrentamiento con mayor intensidad, aunque al final los jugadores debemos aislarnos dentro de lo posible".

Más allá de la inevitable rivalidad, ambos futbolistas esperan que la hinchada de uno y otro equipo sea un ejemplo dentro y fuera del estadio. "Es evidente que el ambiente no será el mismo y eso al final el jugador lo nota. Creo que tanto nosotros como los jugadores del Baleares, agradecemos que haya ese furor, que haya esa fuerte rivalidad siempre y cuando sea sana y bonita", aclara el capitán de los bermellones. "En estos momentos somos los máximos representantes de la isla, por eso es importante que seamos los primeros en dar ejemplo al resto de clubes. Esperamos que sea una fiesta y que el encuentro esté viciado por una rivalidad sana", conviene el jugador de Montuïri.

Pese a la gran rivalidad entre los dos clubes, los capitanes de ambos equipos coinciden en desearles la mejor de las suertes al equipo rival, más allá del partido de este sábado en Son Malferit. "Este año tenemos la suerte de que hay hasta cuatro equipos de Balears y, sin duda, cuanto más arriba estemos los cuatro, mejor. Yo no tengo ningún problema con el Mallorca, ni mucho menos. Me gustaría que todos mantuvieran la categoría y que tanto el conjunto bermellón como el Baleares pudiéramos acceder a los play-off", relata un sincero Fullana. "Cuantos más equipos de las islas haya, mucho mejor, porque hablamos de un efecto dominó que favorece a todos", aclara en la misma línea Xisco Campos.

En lo único en lo que no coinciden uno y otro jugador es en el resultado. "0 a 1. Evidentemente con la portería a cero gracias al buen papel de la zaga bermellona", resalta entre risas Xisco. "Ahí no te puedo dar la razón. Será victoria para el Baleares. No me quería mojar, pero lo digo, 2 a 0", sentencia un Fullana convencido.

A escasas horas para que se dispute el derbi, los capitanes de ambos equipos demuestran que, más allá de lo que se intente crear a su alrededor, el respeto está por encima de todo.