El Real Mallorca se presentó ayer ante su afición en Son Moix en un acto discreto y soso al que asistieron apenas 2.000 aficionados -ya hay más de 7.000 socios- y en el que se dio a conocer públicamente el proyecto deportivo 2017/18. En poco más de diez minutos, el responsable del Área social del Real Mallorca, Jaume Colombás, tuvo tiempo para presentar a los 26 jugadores que formarán la plantilla de esta temporada, dar el turno de palabra al técnico rojillo, Vicente Moreno, y al capitán, Xisco Campos, y agradecer a los pocos valientes su asistencia al acto, previo a la edición número 42 del Ciutat de Palma.

Se echó en falta la figura y el discurso de un presidente. Moreno y Campos intentaron suplir su ausencia con un parlamento escueto y alentador. El capitán rojillo se llevó la ovación de las gradas con frases como "entre todos tenemos que remar, queremos ser un equipo ganador lleno de ilusión o nos vamos a dejar todo sobre el campo".

Moreno no se salió tampoco de la protocolaria plática con máximas al estilo de "vamos a dejarnos la piel en cada entrenamiento y cada partido, pero os necesitamos para que todo sea mucho más sencillo". Todo ello rematado con un siempre funcional "Visca el Mallorca". Tras la hilera de los 26 jugadores que saltaron al césped, los vacíos asientos de Tribuna Sol desalentaron, más si cabe, la insípida presentación.

Ni el consejero delagado del club, Maheta Molango, se atrevió a pisar el césped, ni jugadores como Raillo sufrieron en demasía al ser presentados. Los nombres de Lago Junior, Xisco Campos y Pedraza fueron, sin grandes aspavientos, los más ovacionados.