El nuevo Mallorca de Vicente Moreno, que utilizó un once distinto para cada parte, se impuso por la mínima al Poblense de Tercera División en el primer ensayo de la pretemporada. El equipo rojillo dominó todo el encuentro, de manera que el gol de Rufo a los 67 minutos hizo justicia a lo que se vio en el verde del campo Tomeu Serra. El Mallorca fue dueño y señor de la pelota en un duelo quefue seguido por unos 900 aficionados, que acabaron satisfechos del rendimiento del equipo.

Lago Junior, Damià y Fernando Cano fueron los jugadores más destacados de la primera mitad. El mallorquín Damià, que lució el brazalete de capitán, dominó el centro del campo para servir balones a Lago y a Cano, que llevaron todo el peligro del Mallorca por las bandas. El costamarfileño, que tiene varias ofertas encima de la mesa para abandonar el Mallorca, hizo valer su velocidad para asistir a los delanteros del Mallorca, aunque ninguna surtió efecto. Vicente Moreno apostó en la primera parte por dos laterales de largo recorrido: Fran Grima y Pierre, futbolista francés sub-23 que está a prueba con el equipo, dinamitaron el ataque asociándose con los extremos. El Mallorca disfrutó en la primera mitad de varias ocasiones para adelantarse en el marcador.

Cano, entre los destacados

Cano, que fue el encargado de ejecutar las faltas, estuvo cerca de marcar en dos disparos de libre directo, pero ambos se marcharon fuera por muy poco. El propio Cano, que tuvo que retirarse a la media hora aquejado de un golpe, no fue capaz de conectar con un centro de Lago cuando el portero ya estaba abatido. El Mallorca adelantó sus líneas cuando quedaban pocos minutos para el final del primer acto, pero no consiguió marcar, mientras que el Poblense ni siquiera chutó a puerta en los primeros 45 minutos.

Moreno sacó otro once en la segunda mitad. Destacaron Cedric y Baba, aunque el protagonista fue Rufo, que anotó el único tanto del partido. Pol Roigé sacó un córner desde la derecha y el goleador se elevó por encima del resto para rematar de cabeza y enviar la pelota al fondo de la red. El Mallorca no se conformó y buscó el segundo tanto con intensidad. Baba, que estuvo inmenso en el centro del campo, recuperó la pelota y se la puso a Cedric, que cruzó un potente disparo que Santi despejó como pudo.

El partido transcurrió con tranquilidad, hasta que el árbitro decidió pitar el final antes de tiempo, cuando el duelo se volvió bronco.