El defensa soriano de 26 años llega con la carta de libertad bajo el brazo. Esta última temporada disputó 38 partidos con el Pontevedra y anotó ocho tantos, unos números que convencieron al Mallorca.

¿Le tuvo que dar muchas vueltas a la proposición del Real Mallorca

Me llamó mi representante y me comunicó que tenía una oferta de este club. Me la envió, la valoramos y en un día lo teníamos más que claro. Me dijo Mallorca y no me lo pensé dos veces, no quise esperar a nadie más. Tampoco sé si iba a tener más ofertas o no, pero dije para adelante y aquí estoy.

Por el momento, parece que en una posición en la que no va a tener mucha competencia.

Es una posición, la de lateral zurdo, en la que no suele haber mucha gente y mi intención es darlo todo por jugar el máximo número de minutos posibles y por intentar devolver al Mallorca donde debe estar. Ahora mismo hay un chico francés -Pierre- que también es lateral zurdo entrenando con nosotros, pero mi intención es dar el máximo para que el míster confíe en mí.

Con tanto jugador nuevo ¿Quizás la adaptación sea más complicada de lo habitual?

Hemos empezado la pretemporada pronto para adaptarnos lo antes posible los unos a los otros. Además también tenemos que aclimatarnos a la nueva categoría, Segunda B, porque en esta división te tienes que habituar lo ante posible. Si en este inicio de temporada nos tocan campos complicados tenemos que haber sido capaces de entender todo lo que nos ha mostrado el míster, tener las ideas claras. En el campo seremos once para once, no habrá más.

Ochenta equipos se juegan cuatro puestos de ascenso. ¿Subir es una quimera?

En Segunda B, si no quedas primero, es bastante complicado ascender. Este grupo tiene cuatro o cinco equipos que van a pelear por el primer puesto, ahí estaremos nosotros. Se ha visto a clubes con presupuestos desorbitados que no han entrado ni en los play-off, es complicado.