-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Le insultan por la calle?"

-Nunca. Todo está muy fresco, y unos piensan que tenemos que marcharnos todos mientras que otros te dicen que es el momento de aguantar. Estoy enclaustrado conmigo mismo para decidirme. Podía haberme ido hace meses, pero no se abandona el barco cuando zozobra.

-¿Duerme?

-Duermo. Tengo mis sistemas, acostarme y levantarme siempre a la misma hora, hacer deporte.

­-De uno a diez, ¿qué trauma ha sufrido?

-Un nueve, pero es un trauma previsto, lo cual facilita asumirlo. No es lo mismo si te matan de repente. El descenso se veía venir, ha sido un sufrimiento prolongado.

-¿Ha fracasado?

-Fracasar es no lograr una meta que te has impuesto y que tenías posibilidades de conseguir. En este caso, yo no he fracasado. Y sin embargo, el descenso me duele tanto que lo vivo como un fracaso interior. Me lo tomo muy en serio.

­-¿A quién se le ocurre meterse en el Mallorca?

-No es lo mismo buscar algo a que te lo propongan. Claassen me conocía y me pidió de repente que le echara una mano. Cuando vende, ya me iba y los americanos me dicen que me quede. Era una disyuntiva, y acepto.

-¿Se han aprovechado de usted?

-No tengo la impresión de que se hayan aprovechado. Les valgo como persona y no tienen muchos gastos conmigo, si quitamos los viajes.

­-Usted pide perdón, pero no se va.

-Yo no he dicho que no me vaya. Estoy meditando, y tomaré una decisión la semana que viene. Pedir perdón es lo correcto, pero me han rogado que me quede. El consejero Andy Kohlberg lo hizo por WhatsApp, (lo muestra), "en estos momentos solo faltaría que lo dejaras".

­-Un ejecutivo que acepta un cargo decorativo.

-Mi mujer también me lo dice. Ha sido lo que más me ha costado. Lo he aceptado, pero no me he sentido cómodo al saber que no tenía que actuar, que para eso hay un profesional que cobra.

­-¿Molango tiene secuestrado al Mallorca?

-Molango es el consejero delegado, y como tal tiene la responsabilidad de la gestión del Mallorca delante del consejo y de la junta de accionistas. Por carambola, también es el responsable delante de la masa social.

-Una masa social que le pide a Molango que se vaya.

-Eso yo no lo voy a decir, vosotros opinad lo que queráis.

-¿Por qué no le cuenta usted la verdad a Sarver?

-Tengo acceso a cualquier miembro del consejo, pero me comunico más a través de Kohlberg. Tengo más contacto con él por empatía y porque es la persona que más se ha involucrado. Está informado al dedillo del club.

-De un Mallorca que hoy está por debajo del Baleares.

-Si el Baleares está por encima, ha triunfado por llegar allí. Acepto muy bien las realidades deportivas, aunque personalmente hubiera deseado que los dos clubes coincidieran en Segunda. La competencia crea afición y es positiva. También en la prensa, el monocultivo franquista no tiene sentido.

-El Mallorca no está en Segunda B, ha muerto.

-No es así. Está en Segunda B, con el futuro económico inmediato garantizado. Me lo han confirmado los propietarios. En caso contrario, el próximo lunes hubiera dado las gracias y me habría despedido. Quedan muchos pagos pendientes del concurso. Tenemos americanos porque no ha habido otros que hayan querido comprar, hemos de estarles agradecidos.

­-¿Cuánto les hemos sacado a los americanos?

-Ingresaron 20,6 millones y se han hecho cargo de todas las responsabilidades. Hay una deuda de más de veinte millones con Hacienda, escalonada, y unos nueve millones antes de finales de año. Los aficionados deberían entenderlo y alegrarse de que alguien se haya hecho cargo. Sin el grupo de Sarver, la probabilidad de desaparición del Mallorca es muy alta.

­-¿Los jugadores son unos vagos?

-Mmmm... La palabra vago es muy fuerte, pero podrían haber dado más. De todas formas, los resultados de un equipo no pueden individualizarse. Unos entrenadores no le sacan jugo a la plantilla, viene otro y funciona.

­-¿Quiere decir que se aguantó demasiado a Olaizola?

-Olaizola estuvo demasiado tiempo.

­-¿En el fútbol no sirve nada de lo que has aprendido en otros sitios?

-Sí que sirve. Aunque el balón es redondo y cinco centímetros marcan la diferencia, eso te puede pasar en un partido, no durante todo el año. El éxito y el fracaso nunca son una casualidad.

-¿Qué pasará hoy en el partido de Son Moix?

-Cumpliré con mi función en el palco y me comportaré pase lo que pase. Es mi obligación.