Posiblemente el de ayer haya sido el partido más serio del Mallorca en toda la temporada, por la solidaridad de todos los integrantes del equipo, la seriedad, traducida en una actitud que se ha echado de menos toda la temporada, y una anticipación en las acciones divididas que fueron determinantes para que el equipo esté celebrando ahora una victoria más que merecida.
Empezó muy bien el equipo, con un primer cuarto de hora excelso. Fue precisamente en el tramo en que aflojó en la presión cuando Brandon marcaría el gol que daría los tres puntos al equipo, vitales. Queda en el debe las enormes dificultades, no solo para marcar, sino para crear ocasiones de gol. Y, también en el debe, aunque aquí el Mallorca pinta poco, los empates del Alcorcón en Girona y del Córdoba en Cádiz, y la victoria del UCAM, aunque pretender a estas alturas que todo salga a pedir de boca es de ilusos.
La permanencia está ahora a dos puntos, los que le separan del Alcorcón. La situación a falta de tres jornadas sigue siendo agónica, desesperada, hasta el punto de que consiguiendo los nueve puntos que faltan es posible que no sean suficientes para lograr el objetivo de la permanencia. Así de mal se han hecho las cosas.
