Después de perder contra el Valladolid se oyeron muchos comentarios de mallorquinistas que decían, como si el equipo fuera fiable, que se ganará seguro al Almería este sábado. Pues ojalá me equivoque, pero no lo veo tan claro viendo cómo tratan de crear peligro los bermellones. Es cierto que ante el Sevilla Atlético se vio la excepción que confirma la regla, pero no hay que engañarse. Toda la temporada se han sufrido problemas ofensivos, los derivados de no tener un delantero de referencia de nivel, pero más allá de eso, el equipo de Sergi ataca poco y mal, tal y como se vio ante el Nàstic, Córdoba, Elche y Valladolid. La mágica victoria ante los ilicianos llegó en el descuento, pero la falta de pegada quedó patente. ¿Cuál es la solución? Pues ni soy entrenador, ni pretendo serlo porque no daría el nivel, pero me atrevo a preguntarle al técnico cuándo se dará cuenta que Brandon, con muchas otras virtudes, no rinde como delantero centro, por mucho que se sacrifique corriendo de un lado para otro. En más de una ocasión se ve a los bermellones a muchos metros de la portería adversaria, con solo dos o tres compañeros, y rodeados de defensas rivales. Así es muy complicado hacer daño porque es muy previsible. Sergi se ha cansado de reclamar un equipo valiente, algo que pocas veces se ha visto. Ojalá ante el Almería, y en lo que queda, se cumpla su deseo. No queda otra para salvarse.
