Tres meses después, desde el pasado 12 de febrero, el Mallorca se reencontró con la victoria, la séptima de la temporada. Ha sido en Sevilla, ante el filial del conjunto hispalense, por 2-3, en un partido serio del equipo de Sergi Barjuan. Tras esta victoria, el Mallorca sigue en situación crítica pero se permite seguir soñando. Ahora está a seis puntos del Córdoba, con el que se tiene ganado el golaverage particular. Sigue estando muy complicado porque apenas faltan seis jornadas para el final del campeonato, pero el equipo ha cogido algo de oxígeno.

El equipo de Sergi afrontó el partido decidido en busca de los tres puntos, la única opción que le queda. No ha creado peligro, pero ha sido el dominador del balón, un buen principio para pensar en cosas importantes. Y a la media hora ha tenido premio cuando el colegiado ha pitado un penalti, dudoso, sobre Brandon que el propio delantero transformó en el 0-1. Cinco meses hacía que el menudo punta rojillo no marcaba. Sin excesivos apuros el Mallorca ha alcanzado el descanso.

Y a los ocho minutos de la reanudación, el Mallorca marcaba el segundo, el que tenía que ser el de la tranquilidad. Moutinho, uno de los futbolistas más discutidos de la plantilla, le dio con toda la fuerza desde fuera del área y batió a Caro. Pero, como es norma en este Mallorca, la alegría le duró poco porque, apenas un minuto después, el Sevilla Atlético ha acortado distancias por medio de Ivi en un nuevo despiste de la defensa mallorquinista. De nuevo a sufrir. Pero ha sido la noche de Moutinho. En el 62, en un contragolpe iniciado por Angeliño, la pasa a Brandon y este al portugués, que con la zurda ha marcado el tercero. Faltaba media hora y parecía que se lograría una victoria relativamente cómoda. Pero no es el sino de este Mallorca, que cuando gana, siempre es con sufrimiento. A ocho minutos para el final del partido, Campabadal comete un estúpido penalti que transforma Ivi, convirtiendo los últimos minutos en un tormento para los rojillos. Al final se ha conseguido el objetivo, la victoria, la primera de las siete que necesitaba el equipo. Ahora son seis. Cada partido es una final, la próxima, el sábado contra el Elche en un duelo trascendental. El Mallorca se resiste a morir.