P ¿Si lo sé no vengo?
R Creo que cuando uno acepta un reto, una propuesta, valora los pros y los contras y sabe a lo que se expone. Mirar atrás no es algo que me guste porque, valorar las cosas una vez han pasado, es muy fácil.
P Con su llegada se esperaba fútbol de ataque. ¿Por qué no se vio la intensidad de los últimos cinco minutos ante el Córdoba en el resto del encuentro?
R Es muy complicado pedir esa intensidad durante todo el encuentro. Que se generen más o menos ocasiones de gol depende de cada momento y del estado de forma en el que se encuentren los jugadores y creo que esos 15 o 20 últimos minutos fueron fruto de los cambios que realizamos. Es cierto que lo tiramos todo hacia adelante y ya nos daba igual que nos marcasen un gol, solo queríamos ganar el partido.
P El planteamiento de jugar con un solo punta y un doble pivote. ¿No es conservador?
R Nosotros siempre jugamos con 4-3-3 y después, dependiendo del rival, situamos jugadores de una forma u otra. Intentamos con ese sistema, marcar nuestra identidad. El hecho de que retroceda o no a algún jugador no quiere decir que sea más o menos agresivo. Al final los sistemas de juego varían cada segundo sobre un terreno de juego, quizás puedo empezar con tres defensas y acabar el partido con cinco.
P Tras el encuentro ante el Nàstic, Brandon dijo que se hubiera encontrado más cómodo con otro compañero en la delantera.
R A Brandon quizás en algunas ocasiones se le ha visto muy nervioso, por el hecho de querer llevar adelante el encuentro y eso quizás le ha hecho perderse en situaciones concretas del juego. Yo lo que exijo a los jugadores es que trabajen y eso Brandon lo tiene, es muy trabajador, muy persistente y es lo único que les pido. Quien me demuestra en los entrenamientos que es válido, es quien juega.
PLos jugadores deben estar con la moral por los suelos.
R De las dos semanas y media que llevo en la isla, creo que las caras con las que me encontré el lunes han sido las peores que he visto, eran incluso algo pesimistas. Al final mi mensaje fue que, para hacer bueno el empate ante el Córdoba, hay que ganar al Sevilla Atlético. Es cierto que los números dicen que no ganaremos, pero tenemos que ir allí a por la victoria.
P ¿Los jugadores se ven en Segunda B?
R Nunca les hablo de cosas negativas. Está claro que llegará un momento en el que tendremos que sacar conclusiones y ya se verá si son positivas o negativas. Viniendo aquí tomé una de las decisiones más importantes de mi carrera como entrenador, y si vine es porque me veo con capacidad y fuerza. Al final, solo llevo tres partidos, el primero lo cuento a medias.
P Viéndoles en el campo, da la impresión de que los jugadores no son conscientes de lo que se juegan.
R No estoy de acuerdo. Yo quiero entender que el jugador quiere, y que por circunstancias del partido puede ser que en ocasiones se pierda la posesión del balón o la iniciativa, pero creo que ellos quieren. Si hay alguno que no se ve con fuerzas, no hay ningún problema, que deje su puesto a otro.
P ¿Percibe un ambiente de derrotismo en el club? ¿Qué le ha transmitido Molango?
R Hablé con él tras el partido ante el Córdoba. Ellos ven la botella medio llena, creen que tenemos nuestras posibilidades pero hay que ser realistas también. Lo cierto es que aún estamos vivos. Saben que las situación es complicada, pero creen que podemos sacarlo adelante.
P ¿Ve algún motivo para pensar que se pueden ganar los siete partidos que quedan?
R ¿Los siete? ¿Hay que ganarlos todos? Dejémoslo en seis. Lo primero que tenemos que hacer es ganar el domingo. Creo que lo importante es romper esta barrera psicológica consiguiendo una victoria, así conseguiríamos que todos nos reengancháramos un poco. Hasta que no se gane un partido, será difícil hablar de los motivos. Creo que en Zaragoza, sin hacer un partido espectacular, perdimos por un gol encajado de cabeza por el jugador más bajito. Estas diferencias son las que están marcando toda la temporada, y eso es lo que hay que conseguir cambiar.
P Ha sido un futbolista que ha ganado siempre ¿Le supera la situación que vive actualmente?
R Estoy fresco, he venido aquí con mucha energía y eso es lo que tengo que intentar transmitir a los jugadores. Pero lo que sí necesito es que ellos me sigan. Es cierto que no he vivido esta situación como jugador, pero como entrenador he estado en situaciones parecidas. Aquí mi reto es convencerles a ellos y, hoy por hoy, ese es mi trabajo. Lo cierto es que a los jugadores cada vez les cuesta más levantarse.
P ¿Entiende que el Mallorca se encuentre en esta situación?
R Creo que por nombres debería ser una plantilla que tendría que estar más arriba, pero es cierto que los nombres sirven de poco si juegan individualmente. Me he encontrado un buen equipo donde quizás falta un líder, un futbolista que diga que hay que tirar adelante y que convenza al resto de compañeros. Un líder en el campo, en los entrenos y en los momentos complicados. Creo que esa figura es esencial dentro del vestuario.
P ¿Culio no es un líder?
R Culio es un jugador con mucha experiencia, pero lo que tengo que conseguir yo es que sea capaz de involucrar al resto del equipo. Quizás ando falto de un jugador que dentro del terreno de juego me pare el partido y diga: "Aquí hay que hacer esto y hacer lo otro". Y en eso estoy trabajando, no sé si tendré el suficiente tiempo de encontrarlo o no.
P Da la impresión de que está permanentemente probando cosas. ¿No hay un once para darle continuidad?
R Lo que estoy intentando es conocer a los jugadores. Tengo una base, esa base es sólida, y a partir de esa base coloco jugadores atendiendo al rival que tengo delante. El primer partido ante el Nàstic no lo cuento, pero de La Romareda al partido ante el Córdoba ya no hice tantas rotaciones. Solo hice algunos cambios atendiendo al rival.
P Durante su presentación dijo que había hablado con Miquel Àngel Nadal ¿Lo ha vuelto a hacer?
R Hoy mismo lo he hecho. Me dice que la situación es complicada, pero me anima. Mantenemos una muy buena relación y siempre me da ánimos. Nunca me ha cuestionado dónde me metía. ¿Quizás se necesita algo de locura para venir aquí? Valorando las cosas, tengo más a ganar que a perder. Creo que se puede conseguir que el equipo llegue a ganar partidos y con eso cuento.
P ¿No cree que tiene más cosas a perder, a día de hoy?
R No. Estoy seguro de que la valoración final que haga será de que hemos venido aquí en una situación complicada y que lo hemos dado todo. Por trabajo no será, que nos acompañen o no los resultados no es algo que podamos controlar. Al final todos los entrenadores suben, bajan, pero la evolución de un preparador no se puede hacer analizando siete partidos. Hay que valorar todo, cómo gestiona el vestuario, cómo trabaja. El que me valore por siete partidos, es que no entiende de fútbol.
P ¿El problema de sus jugadores es de ansiedad o de falta de calidad?
R Si los jugadores están en el Mallorca es porque tienen calidad, de eso no me cabe ninguna duda. Es cierto que en estos momentos puede ser que haya algo de nerviosismo, pero no es ansiedad, sí algo de nerviosismo.
P Los jugadores ya hablan de un milagro, usted sigue confiando en el trabajo. Esto no pinta nada bien.
R Trabajo y trabajo. Creo que los milagros solo se consiguen con el trabajo. Si bajas los brazos, estás muerto. Está muy bien creer en lo que quieras pero para conseguir algo se necesita la base del trabajo. Ganar implica un proceso y para llegar al milagro hay que recorrer un camino. Sabemos que no hay mucho tiempo y quien entienda mejor ese mensaje, es el que jugará.
P Escuchándole parece que todavía cree en la salvación. Debe ser el único.
R Creo que estamos a un paso de conseguir la victoria. Reconozco que es un reto muy ambicioso para nosotros, pero ¡Ostras! Lo podemos conseguir. Solo hay que dar ese paso y es por lo que luchamos ahora. Estoy convencido de que hay que ganar el primer partido, aunque solo sea por números y estadísticas ya toca, aunque sea de penalti y en el último segundo, da igual, y a partir de ahí podemos empezar a mirar adelante.
