Sergi Barjuan sigue fiel a su discurso. Desde su primer punto ante el Nàstic, pasando por la derrota en La Romareda y tras del empate cosechado ayer ante el Córdoba, el mensaje del técnico catalán no ha variado un ápice: "Matemáticamente no hemos descendido, así que seguimos trabajando".

El de las Franqueses del Vallès sigue confiando en una plantilla que asume mejor la situación que vive el conjunto bermellón que el propio técnico. "Hay que seguir picando piedra y trabajando para romper esta racha. Es normal que el vestuario esté triste, porque hoy hemos sido más valientes hacia la portería rival. Ellos tienen que ser conscientes de que quedan oportunidades y mientras que éstas queden, tenemos que ir todos cogidos de la mano y mirando hacia adelante", relató el entrenador del Real Mallorca.

Sergi confía en su "trabajo" para sacar esta situación adelante y aunque considera que la "situación es cada vez más delicada", cree que no hay que perder la esperanza: "Creo que la situación es muy delicada, cada semana más, pero si los jugadores logran romper esa dinámica, todo puede cambiar. A mí solo me queda mirar hacia adelante, hasta que no caigamos definitivamente, nos tenemos que ir levantando".

El exblaugrana hizo una lectura positiva del partido que sus pupilos realizaron ayer ante el Córdoba. "No creo que el equipo haya jugado sin ambición. Hemos sabido leer bien el encuentro y en la segunda parte hemos tenido acercamientos. El empuje de los últimos minutos es más con el corazón que con la cabeza, pero si hay ese empuje es porque el equipo quiere y hay que seguir confiando en ellos", explicó Sergi en la rueda de prensa posterior al encuentro disputado en Son Moix.

Sergi fue cuestionado sobre la gran cantidad de rotaciones que ha realizado en su equipo, desde que empezara a dirigir al Real Mallorca. "El primer encuentro no lo contabilizo, es un once que hago con muy poco tiempo. A partir de La Romareda saco un equipo y en base a lo del domingo pasado saco hoy otro. Dependiendo del rival, quizás creo que hay jugadores que me pueden aportar algo que otros no me pueden dar en determinadas ocasiones. Cada jugador es diferente y no estoy decepcionado con ninguno", relató el preparador.

Hasta el minuto 70 del enfrentamiento ante el Córdoba, Sergi no apostó por introducir a otro delantero sobre el terreno de juego, pese a contar solo con Lago Junior en la zona atacante. "Sí, quizás desde el principio podíamos haber sacado a Lekic, pero lo que nosotros buscábamos era la espalda de los laterales. A partir de que ellos han cambiado un poco el dibujo, hemos podido sacar otro delantero. Mañana volveremos a mirar el encuentro y veremos las opciones que podíamos haber tenido", zanjó el técnico.

Eduard Campabadal

La plantilla del Real Mallorca empezó ayer a asumir que la salvación es casi inviable. "Si nos salvamos será un milagro, pero lo que no podemos hacer es bajar ya los brazos, no, porque no somos así", explicó Eduard Campabadal tras el empate ante el Córdoba.

"Al final nunca asumes que puedes bajar a Segunda B, solo queda ser realista. Quedan siete partidos, esa es la realidad, pero debemos ser profesionales, sentirnos orgullosos de nosotros mismos y luchar hasta el final, no queda más", relató el lateral en la zona mixta de Son Moix. Por primera en esta temporada, los jugadores bermellones empezaron a asumir que la situación es casi irreversible, y aunque el catalán no quiso buscar culpables, sí se atrevió a lanzar un dardo al trabajo realizado por la dirección deportiva: "Quizás no se ha reaccionado a mitad de temporada, cuando las cosas ya no iban bien, pero al final es culpa de todos". Sobre el encuentro ante el Córdoba, Campabadal aseguró que el equipo lo había "intentado hasta el final" y que cuando "la cabeza y las piernas ya no podían más", han "tirado de orgullo". "Lo hemos intentado de todas las maneras, pero por una cosa o la otra la victoria no ha llegado, pero hasta que haya oportunidades, lucharemos", zanjó el bermellón.

Joan Oriol

"Hay que sacarlo todo en estas siete finales y por lo menos, si nos vamos a Segunda B, que sea con la cabeza alta y pudiendo decir que lo hemos dado todo". Joan Oriol ya no tiene miedo a hablar de descenso. "Casi necesitamos un milagro para lograr la salvación". El mensaje del defensa catalán coincidió con el de su compañero de zaga Eduard Campabadal. Los números ya no salen. Las matemáticas cada vez son más complicadas y los futbolistas empiezan a restar partidos sin sumar puntos. "Las cosas se han puesto muy difíciles, pero no vamos a bajar los brazos hasta el final, no queda otra que ganar todos los encuentros. Hasta que matemáticamente no estemos descendidos, no tiramos la toalla", subrayó el defensa del Real Mallorca. Sobre el partido ante el Córdoba, Oriol destacó la "ambición del equipo sobre el campo" y destacó "los últimos veinte minutos en la portería rival, con muchísimos córners, faltas y hasta tres ocasiones claras de gol". "Sentimos impotencia, el equipo, los compañeros, las cosas no están saliendo. La pelota no entra y nos está condenando partido tras partido", relató el defensa del conjunto bermellón tras el empate cosechado ante el Córdoba y que deja al Real Mallorca en una situación límite.