El mallorca encajó el gol de la derrota en una nueva jugada a balón parado. Esta vez el Zaragoza sorprendió con una pelota enviada al segundo palo para que Ángel Rodríguez, el delantero canario que no destaca por su altura, superó a un Campabadal que llegó tarde a despejar el esférico y a ocupar el espacio. El atacante de los aragoneses remató con suavidad hacia el palo opuesto, pillando descolocado a Santamaría y enviando el balón al fondo de las mallas ante la desesperación de unos futbolistas rojillos que otra vez dejaron escapar la oportunidad de puntuar en un córner.