Sergi, que no tendrá culpa del descenso del Mallorca a Segunda B, ha conseguido algo que parecía muy complicado: su equipo todavía parece peor que el Vázquez y el de Olaizola. En una semana y media no se pueden hacer milagros, pero el técnico ha demostrado que no conoce a la plantilla. De ahí sus decisiones en los dos partidos que ha dirigido. Molango y Recio no han acertado ni en el sustituto del sustituto, aunque ya hay poca gente en la isla a la que eso le pueda sorprender. La imagen de mallorquinistas llorando en las gradas de La Romareda evidencian lo que estos futbolistas, elegidos por el consejero delegado y el director deportivo, han logrado. La mayor vergüenza del club en más de tres décadas.
El Atlético Baleares ha conseguido lo más complicado. Puede parecer que el empate en casa de ayer es un paso atrás, y quizá lo es, pero lo que es seguro es que se ha ganado una oportunidad para soñar con meterse en el play-off. No hay que olvidar que con Ziege el equipo iba a la deriva a pesar de disponer de una plantilla diseñada para estar arriba. Josico ha devuelto la fe, pero si finalmente los blanquiazules no se meten entre los cuatro primeros, el técnico manchego será el último responsable de ello. A buen seguro que Volckmann y Messow se preguntan qué ha pasado para este radical cambio de tendencia. Y, como siempre, la respuesta solo la tienen los propios jugadores. Casi siempre depende de ellos, para lo bueno y lo malo. Lo que no deben olvidar es que una cosa es apostar por un técnico porque crees que es el más adecuado y la otra es hacerlo a ciegas. Con Ziege es evidente que era el segundo caso. Por eso salió mal.
Nadal ya está en casa. Es evidente que Montecarlo no es Manacor, pero el tenista mallorquín tiene una enorme oportunidad para recobrar sus mejores sensaciones en un torneo tan emblemático como el monegasco, que ya ha ganado la friolera de nueve veces. Sobre tierra batida y con el Mediterráneo a unos metros, ya juega con algo a su favor. Su cuadro pinta durísimo, pero eso divierte y motiva mucho más al mallorquín. Con Roland Garros en el horizonte, este Masters 1000 es un caramelo que no se le puede atragantar, aunque Djokovic y Murray piensen lo mismo.
El Ca'n Ventura es un ejemplo de que un proyecto con dinero puede salir bien. Porque si el Mallorca es un claro caso de mala gestión en lo deportivo a pesar de contar con muchas posibilidades, los de Damià Seguí demuestran todo lo contrario. Ficharon lo mejor que les ofrecía el panorama nacional, pero después han demostrado que en la pista, más allá de talento, hay compromiso y trabajo. Estaban obligados a meterse en la final, pero es más importante cómo lo han hecho. Después de conquistar la Copa del Rey, han pasado por encima del Teruel en las semifinales. Es lógico que el Germans Escalas se les haya quedado pequeño. Y por mucho que delante tengan al todopoderoso Unicaja Almería, da la sensación de que todo lo mejor está por llegar.
Los dos Palma se complican la vida. El Futsal dejó escapar el triunfo en el último suspiro, literalmente, después de haberse puesto por delante a nueve segundos del final. A más de uno se le quedó cara de tonto, como el que suscribe estas líneas, porque perdió una buena oportunidad. Ahora los de Juanito pierden la cuarta plaza y deberán recuperarla en dos jornadas. Por su parte, el Air Europa se quedó con las ganas de certificar su pase al play-off al jugar de forma horrible ante el Oviedo. Era un partido que no se podía dejar escapar, pero si hay un equipo irregular es el de Sastre.
