Alcorcón y Mallorca se enfrentan el próximo viernes en Santo Domingo en su peor momento de la temporada. Y eso que ha habido muchos en dos equipos que se hallan en posiciones de descenso cuando se está a punto de entrar en la recta final del curso, en los famosos diez últimos partidos en los que el desaparecido Luis Aragonés decía que es cuando se decide todo.

Los dos equipos llegan a la cita con la moral por los suelos. Tienen motivos porque son, junto al colista Mirandés, los que peor trayectoria llevan en 2017. El Mallorca no gana un partido desde el pasado 12 de febrero, cuando se impuso al Rayo, otro que lucha desesperadamente por la permanencia. Mientras, el Alcorcón ha de remontarse más atrás para encontrar una victoria, el 29 de enero, cuando se impuso al líder Levante en Santo Domingo por 2-0. Junto a la que consiguió en Huesca la semana anterior (0-1), han sido las dos únicas alegrías que se ha dado el conjunto madrileño este año. Lo mismo le ocurre a los de Olaizola, que a su triunfo ante los vallecanos solo puede presumir del obtenido ante el colista Mirandés (2-0) en el estreno del año.

El Mallorca se enfrenta al equipo menos goleador de la categoría. Solo 23 goles en 31 partidos ha marcado el Alcorcón, y es la principal causa por la que se encuentra luchando por eludir el descenso. En su campo ha logrado siete victorias, por cinco empates y tres derrotas. Mientras, el Mallorca se atasca en los desplazamientos, donde solo ha conseguido un triunfo, en Córdoba, un lastre agravado por su irregularidad también en casa. Cuando juega lejos de Son Moix, al Mallorca le falta la ambición que demuestra en su estadio. No va a por los partidos de una manera decidida, quedando siempre a expensas de la fragilidad de su defensa.

El Alcorcón de Julio Velázquez afronta el tramo final con 33 puntos, unos números que suponen los peores en las siete campañas que lleva el club en Segunda. El cambio experimentado con la llegada de Julio Velázquez a mediados de octubre, y que llegó a ilusionar con su fútbol a la afición alfarera en los siguientes dos meses, se diluyó tras el parón navideño y a día de hoy la sensación que da el equipo es la de estar en una cuesta abajo sin freno, informa Efe. La única vez que llegó a la jornada 31 en descenso fue en la campaña 2013/2014, en la que también hubo un cambio de entrenador con la destitución de Miguel Álvarez y la vuelta de José Bordalás, que terminó salvando al equipo. Aún así, en aquella campaña los números eran mejores, puesto que el equipo sumaba a estas alturas 37 puntos.

Al igual que el Mallorca, las cuentas del Alcorcón para salvarse pasan por ganar seis partidos de los próximos once, o sumar 17 puntos de los 33 en juego. Quizá con alguno menos la permanencia se logre, pero desde el club alfarero cifran en 50 la salvación matemática.

Para ganar hay que marcar y si algo le falla esta temporada al equipo es el gol, puesto que solo ha marcado 23 goles y en quince encuentros no ha logrado perforar la portería rival, lo que representa casi el cincuenta por ciento de los encuentros disputados.

Tras perder en Almería el pasado domingo y encadenar ocho partidos sin ganar, Velázquez se mostró optimista y confiado en la permanencia de su equipo. Un discurso muy similar al de su colega Olaizola. "Creo a muerte en estos jugadores. Si me jugaba un brazo a que se mantenía el equipo, ahora me juego los dos. Con actitud, compromiso y trabajo el equipo se va a mantener seguro y no tengo dudas que lo conseguiremos. Va a ser un camino durísimo, vamos a tener que trabajar como perros, pero lo vamos a conseguir", dijo Velázquez en su última rueda de prensa. Una victoria es vital para ambos equipos para tomar algo de aire antes de afrontar los últimos diez partidos.