El Real Mallorca espera dar un primer paso para superar sus agobios ganando esta tarde al Lugo, un rival que construye su juego a través del balón y que tratará de explotar en su beneficio la ansiedad de los bermellones. Es otro encuentro trascendental para un equipo que lleva semanas aplazando la reacción y que teme llegar a un punto de no retorno en su pelea por evitar el descenso.

Previsiblemente Javier Olaizola recuperará el 4-4-2 después de que la semana pasada probara con una defensa de cinco en la visita al UCAM Murcia. El experimento, que incluyó la alineación de tres centrales, tapó las grietas que se habían abierto últimamente atrás, pero el técnico deslizó ayer que esta jornada optará por el dibujo habitual, por lo que debería vea un Mallorca con mayor vocación ofensiva.

El conjunto bermellón no puede permitirse ni siquiera un empate. Son Moix ha estado muy lejos de ser una fortaleza esta temporada, pero es innegociable que el bloque de Olaizola eche el candado en su estadio lo que queda de competición. Todavía con el miedo metido en el cuerpo por la goleada encajada ante el Tenerife hace dos semanas, los rojillos deben recuperar su fiabilidad en casa esta misma tarde.

Un Lugo sólido a domicilio

Tampoco valen las excusas. Los rojillos han encontrado casi siempre todo tipo de justificaciones para explicar las sucesivas derrotas y empates. La pasada jornada fue el árbitro decretando un penalti injusto a diez minutos del final que desactivó el momentáneo triunfo rojillo. Pero también fue en aquel partido cuando se vio al Mallorca más miedoso y conservador de la 'era Olaizola'.

Ansotegi se perfila como el damnificado si se confirma la vuelta al 4-4-2, aunque el central vasco completó un partido notable en Murcia. Company repetirá en el lateral diestro, con permiso de Juanjo Nieto; y Pol Roigé puede ser la principal novedad del once ante la ausencia de Thierry Moutinho de la convocatoria.

El Lugo no lo pondrá fácil. El equipo de Luis César ha enlazado tres empates a domicilio en los feudos del Zaragoza, Sevilla Atlético y Valladolid. Y no pierde lejos del Anxo Carro desde su visita al líder Levante el 7 de enero. Llega con la baja sensible del 'pichichi' de la categoría, Joselu, un futbolista que pasó por el Mallorca sin pena ni gloria.

Tampoco jugará Damià, cedido al Lugo en el mercado de invierno por una 'cláusula del miedo' que el Mallorca incluyó en el contrato de préstamo.

El descenso abruma a unos futbolistas que no estaban preparados para librar un combate por lo bajo y a un entrenador que no ha dado con la tecla y se escuda permanentemente en las sensaciones. Sin embargo, sus números cantan: 10 puntos de los 33 en disputa desde que se sienta en el banquillo.

Hace mucho tiempo que el Mallorca busca un punto de inflexión, esa primera victoria que le despeje el camino y le permita remontar en la tabla. Quizás llegue hoy, aunque con este equipo nunca se sabe.