Javier Olaizola compareció hundido después de la dura derrota encajada ayer en Son Moix a manos del Tenerife, pero acertó a explicar por qué el Mallorca se diluyó en la segunda parte después de un buen primer acto.

"Estamos todos muy jodidos, no queda otra que levantarse. Ahora toca preparar el partido del UCAM de la mejor manera. Tenemos que dar todos un paso adelante. Un partido de fútbol dura noventa minutos, y lo que hacemos no nos llega para ganar los partidos. No se trata de hacerlo todo bonito, sino de ser efectivos", subrayó el técnico vasco.

Olaizola criticó que a los futbolistas les falte más oficio para cerrar los partidos cuando están en ventaja. "Es la segunda vez que nos pasa. Se les dice que con cuatro gritos y con cuatro faltas lejos del área propia se manejan los tiempos del partido. Eso es un tema de saber manejar los encuentros. Cuando nos meten un gol empiezan los fantasmas. Y pierdes sin haber hecho el Tenerife nada del otro mundo. Hemos hecho casi todo bien en la primera parte. Pero salimos con una castaña enorme en la segunda, nos marcan gol y empezamos a temblar", analizó Olaizola.

En todo caso, aseguró que se ve con fuerzas para seguir en el banquillo: "Sí, me veo capaz. Ahora estoy desanimado porque tenía mucha ilusión en encadenar tres victorias a partir de este partido. Pero tengo las fuerzas intactas porque ves que el equipo hace muchas cosas bien".