La información publicada en la noche del lunes en el digital de este diario, con las acusaciones de Joan Oriol al club acerca de su situación, tuvo mucha repercusión en Son Bibiloni. El jugador negó a su entorno, en primera instancia, que fuera verdad, aunque después tuvo que encogerse de hombros ante la evidencia de que sí lo era. El lateral, con contrato en vigor hasta el 30 de junio, es consciente de que sus palabras no sentaron nada bien en la planta noble del Iberostar Estadio, donde ya tiene fama de jugador con pocos pelos en la lengua, tal y como demostró en varias ocasiones durante la pasada campaña.

El consejero delegado Maheta Molango, que se encuentra en Murcia por motivos profesionales, está al tanto de sus acusaciones que le apuntan como principal responsable de que, desde el cierre en el mercado invernal, se haya quedado fuera del terreno de juego. Según el futbolista, el hecho de rechazar la propuesta para prolongar su contrato más allá del final de esta campaña, supuso que le llegaran al técnico Javier Olaizola directrices para que no jugara. De ahí a que se tratara de justificar su ausencia por sus problemas físicos. "Estoy bien, no es que no pueda jugar, es cosa del club. Cuando rechazas porque no estás de acuerdo con tu renovación, desde el club deciden no contar más conmigo después de todo lo que he dado por este equipo". Estas palabras textuales que escribió el catalán en las redes sociales han escocido y está por ver si tendrán alguna respuesta pública o privada por parte de Molango. Oriol se ejercitó ayer con normalidad bajo las órdenes de Olaizola y, salvo contratiempo, está en disposición de entrar en la convocatoria para el partido del sábado en Girona. Deberá luchar por un puesto con Saúl y Angeliño.