El técnico Pepe Gálvez también sabe lo que es ganar en casa. Tocó remontar, como ya sucedió siete días atrás en Cornellà, pero el buen trabajo del Mallorca B en la segunda parte tuvo su recompensa en un triunfo balsámico que deja al filial en una zona algo más descongestionada.

El equipo del ex mallorquinista Óscar Mena, que vino a la Ciutat Esportiva a aguantar el empate inicial y buscar su oportunidad, la encontró. Y a punto estuvo de salirle bien la jugada. No habría sido lo justo ya que si hubo un equipo que trabajó y buscó el gol, ese no fue otro que el Mallorca B. Pero se encontró ayer con un ordenado rival y con el fuerte viento como principales obstáculos a esquivar.

De entrada, el filial pudo marcar por la vía rápida. Un centro profundo al área de Sergio Cortés fue cabeceado por Raúl González. Craviotto, muy certero ayer, evitó el primer gol de la matinal. También la tuvo Cedric, Cano y Álex Serrano, pero el punto de mira de todos ellos no estaba ayer especialmente afinado. Del Gavà, sin noticias en ataque y bien pertrechado en su particular guarida. Ello le sirvió para llegar al intermedio del partido con un punto.

Tras el descenso, el guión del partido varió notablemente. Un centro por su izquierda de Enric al área rojilla fue rematado con limpieza por Nico Kata al larguero. El rechace de la madera cayó a los pies de Boris y el pichichi de la categoría no perdonó, sumando su decimo sexto gol de la temporada. Con el 0 a 1 en contra, tocó remar contra corriente, con sendos remates sin precisión tanto de Sergio Cortés y Álex Serrano.

Y en medio de este ´maremagnum´, apareció el fútbol eléctrico de Ángel Sánchez. De sus botas salió el envenenado centro que el central galo Antoine Letievant supo transformar con la testa en el 1-1. Un magnífico gol que premiaba el trabajo de los pupilos de Pepe Gálvez.

Pero faltaba la rúbrica del segundo gol, el de la victoria. Se hizo esperar, pero al final llegó. Fue en pleno descuento cuando un centro de otro de los destacados, Sergio Cortés, fue rematado limpiamente en el primer palo por Ángel Sánchez, el cual cabeceó de forma impecable al fondo de las mallas. Un gol que hundió al Gavà y que provocó la euforia al final del partido en un filial que, ahora sí, ya sabe lo que es ganar dos partidos seguidos.

El Mallorca B se ha colocado a tres puntos del descenso directo a Tercera. Los rojillos llevan cuatro partido seguidos sin perder y suman dos victorias consecutivas. Ahora el próximo fin de semana tienen un complicado compromiso al visitar el feudo del Barcelona B, que viene de perder en Son Malferit ante el Atlético Baleares.