Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

La última palabra es del futbolista

El futbolista siempre tiene la última palabra. Que se quiere ir, mueve cielo y tierra para cambiar de aires; de lo contrario, como ha pasado en el Mallorca, no lo saca ni los GEO. Se aferran al contrato que les liga y, salvo que seas un profesional con ambición, se quedan con el objetivo de no perder ni un euro de su nómina, lo único que les preocupa. El Mallorca tiene un problema gordo -que se ha creado él mismo por su pésima planificación- porque dos de estos futbolistas a los que intentó quitarse de encima durante toda la jornada del lunes tienen contrato, hasta 2018 Óscar Díaz y 2019 Salomao. Menos problemático es el caso de Oriol, que finaliza su relación el 30 de junio y su salida está cantada.

Olaizola debe actuar en consecuencia y ser coherente. No se entenderá, por ejemplo, que siga jugando Oriol cuando en su puesto se ha fichado a Saúl, que ha demostrado no ser peor que el catalán, y a Angeliño, aunque este puede jugar de interior. La plantilla es exageradamente amplia. Mucho jugador para tan poca competición.

Compartir el artículo

stats