Javier Olaizola consideró clave para la suerte final del partido la expulsión de Saúl a los 66 minutos, solo un minuto después de que el Reus se quedara con diez hombres sobre el terreno de juego por la roja directa que vio Jorge Díaz: "Fue una lástima", dijo el técnico mallorquinista, "porque se daba la oportunidad de que nosotros creáramos peligro al contragolpe al quedar ellos con uno menos, pero llegó esta expulsión y se fue todo al traste".

Olaizola aseguró que el punto obtenido le sabe "a poco", aunque después reconoció que "el Reus ha creado ocasiones suficientes para empatar. Con la expulsión de ellos es cuando realmente pensé que podíamos ganar. Lo positivo es que no hemos perdido", confesó el técnico vasco.

Respecto a la ocasión de Sasa, que debutaba ayer como rojillo, que patinó cuando se quedó solo delante el portero rival, Olaizola maldijo los tacos de goma. "No sé dónde se ha visto. En mi época yo no jugaba con este tipo de tacos. Hubiera sido el 0-2, pero ahora ya no vale la pena lamentarse", señaló el técnico, que se quejó de una "posible falta" en el gol del empate de Máyor a quince minutos del final.

Respecto a las bajas, dijo que no se acordó de ellas. "Yo ya sabía que iban a rendir. A Juanjo ya lo habéis visto, porque lleva el número 30, sino nadie se da cuenta de que es del filial; de Juan Rodríguez ya sabíamos que si le necesitábamos de central también podíamos contar con él". También tuvo palabras de elogio hacia Vallejo, al que le dio la titularidad. "Ha dado un pase de gol a Lekic extraordinario. Todos han estado a un buen nivel". Del mismo modo, al técnico no le preocupan las bajas de Yuste y Saúl ante el Cádiz: "Yuste es un jugador fundamental, pero encontraremos soluciones", dijo sin miedo.