­El Mallorca B no sabe ganar. La fría estadística del filial rojillo, divorciado una y otra vez con el gol, que ha acabado 13 partidos de los 22 jugados sin batir el marco contrario y que ya suma nueve jornadas sin conocer lo que es el triunfo, así lo confirma. Así es imposible que un equipo por muy buen juego que despliegue -que no es el caso- pueda conseguir ni tan solo la permanencia. De punto en punto no se va a ninguna parte o directos al descenso de categoría.

En cuanto al partido, dos conceptos muy claros se vieron en la ayer desangelada Ciutat Esportiva: mucho respeto y pocas ocasiones. Así se podría resumir el primer periodo ofrecido por ambos filiales. Los granotas le buscaron las cosquillas al filial rojillo volcando su juego sobre el costado izquierdo de la zaga rojilla ante la presencia del hasta ayer inédito Alberto López como lateral izquierdo, aunque con escaso éxito ya que el malagueño cumplió.

Por parte rojilla, la velocidad de Ángel y Sergio Cortés no encontraban acompañamiento por parte de sus compañeros de equipo. Así sucedió en los minutos 26 y 45 de este primer acto, secuencias en las que Cano de cabeza y el propio Sergio, en acción personal, tuvieron sendas opciones para avanzar a su equipo en el marcador. Entre y entre, los valencianos también tuvieron la suya. Fue a la salida de un córner, aunque el remate franco con la testa desde el punto de penalti de Boris se perdió por poco por encima del larguero. Al intermedio, tablas para un primer tiempo plano por momentos.

Tras el paso por vestuarios, se vivió otro partido, mucho más abierto, con mayor dinamismo y ocasiones de ambos contendientes. Empujó de inicio el filial rojillo y tanto Cedric como Cano pudieron abrir el marcador en una acción al primer palo del valenciano. Posteriormente Cedric en acción personal hizo lo más difícil: marrar el gol ante la salida de Dani Sotres.

Y de las ocasiones del Mallorca B se pasó a las del filial granota, con acciones de Manu Viana, Javi Martínez y del propio central local, Raúl González, que en su despeje ante la presencia dentro del área pequeña de Fran Manzanara, a punto estuvo de marcar en propia puerta. Los minutos pasaban y seguía el insulso control del juego por parte del equipo de Carlos Granero ante la marca ´a distancia´ de los rojillos, aunque de todo ello solo sacó una ocasión franca para marcar en las botas de Álex Gil, que estrelló su remate en el exterior de la red.

Al final, tablas, de nuevo se repite la misma historia, y ya son nueve las jornadas en que el Mallorca demuestra semana tras semana que no sabe ganar. El cuadro de Pepe Gálvez lleva desde el pasado 6 de noviembre sin vencer, circunstancia que le ha ido colocando en los puestos de descenso y alejándose cada vez más a la permanencia.