El Mallorca tiene claro que deberá tener paciencia para reforzarse con Álex Gallar. El mediapunta es el gran objetivo de la dirección deportiva que comanda Javi Recio, pero la situación que vive el futbolista, la estrella de la Cultural Leonesa y con muchas presiones para que continúe en el líder del Grupo I de la Segunda B, obligan a esperar.

El club castellano exige los cien mil euros de su cláusula, aunque es consciente de que el catalán está tentado con la propuesta de los bermellones. "El chico lo que tiene que hacer es seguir jugando, compitiendo y demostrar el por qué otros se han fijado en él. Espero que se quede, pero tampoco lo sé. Mi sensación es que el chico no tiene unas ganas locas de irse. Ahora, hay que entender su situación. Lo que deseo es que Gallar siga siendo jugador de la Cultural lo que resta de temporada", explicó ayer el técnico Rubén de la Barrera tras la sorprendente derrota frente al Tudelano (1-0).

Gallar, que no cuajó una buena actuación, se prepara esta semana junto a sus compañeros para el derbi provincial de este domingo ante la Ponferradina, un duelo que en León se vive como si fuera una final por la enorme rivalidad existente. Después de este choque, y con el cierre del mercado invernal a solo dos semanas, los acontecimientos se deberían precipitar.

Lo que es seguro es que Recio considera que Gallar sería un gran refuerzo para esta segunda vuelta. Los diez goles que ha marcado este curso en León han convencido al director deportivo de la necedidad de su contratación, tal como avanzó DIARIO de MALLORCA la pasada semana.

Gallar, un zurdo que puede jugar en banda y en la mediapunta, ha explotado en una Cultural Leonesa líder destacado de su grupo de Segunda B y claro candidato al ascenso. Desde su posición en la mediapunta o escorado a la izquierda, Gallar ha empezado a demostrar este año las condiciones que se le presumían en su etapa juvenil -fue campeón de España con Catalunya- y que le llevaron a debutar en Segunda B con el Terrassa. Ese año 2010 firmó por el Mallorca, militando en el División de Honor y después jugando en el filial de Segunda B. Junto a Joan Grasa y Nico Baleani se entrenó con el Chelsea en enero de 2012, en una concentración del equipo inglés en Son Bibiloni.

Sin embargo, la falta de minutos y la poca confianza que le dieron tanto Miquel Soler -técnico del filial- como Toni Prats -responsable de la cantera- le llevaron a no renovar. Pasó por el Rubí y el Terrassa de Tercera antes de recalar en el Cornellà de Segunda B, firmando 8 goles en 35 partidos en la Liga 2014-15. En la 2015-16 jugó en el Hércules (31 partidos, 6 goles), causando baja el verano pasado y firmando por la Cultural Leonesa, donde se ha convertido en uno de los jugadores más queridos por la afición.