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Entrevista

Nando Pons: «No me sorprende que el Mallorca esté tan abajo»

"Fui a Son Moix por primera vez en seis años el día del partido contra el Sevilla Atlético. Pero he pagado mi carnet de socio durante todo este tiempo"

Nando Pons, ayer durante la entrevista con este diario. b. ramon

­­Director deportivo del Real Mallorca durante una de las mejores épocas deportivas del club explica en DIARIO de MALLORCA su experiencia en el Shanghái Shenhua, donde formó tándem con Gregorio Manzano, y valora la actual situación del conjunto rojillo. En varias ocasiones se muerde la lengua.

—¿Cómo era un día de Nando Pons en Shanghái?

—No difería en cuanto a un día de trabajo en España. Iba a la Ciudad Deportiva por la mañana y por las tardes hacía vídeos y análisis del rival. Teníamos un gimnasio en la residencia donde vivía, iba a caminar... La gran diferencia es la distancia enorme entre ciudades. Allí te podías pasar seis o siete días lejos de tu casa si tenías dos desplazamientos seguidos. Todo está condicionado por las distancias.

—¿Cómo es Shanghái?

—Es una caña. Es la ciudad china más occidental. Es caro, pero pagando puedes hacer una vida al estilo occidental. La llaman ‘la ciudad de los contrastes’ porque por un lado tienes la parte de los rascacielos y por otro la de los mercadillos más tradicional.

—¿El Shanghái Shenhua podría competir en Primera División?

—Podría aguantar en Primera División en la parte medio-baja de la clasificación. El nivel físico allí es más bajo y se tendría que adaptar al europeo. Allí corren uno o dos kilómetros menos de media. Los extranjeros allí empiezan muy fuertes, pero luego se acomodan y pierden físico.

—O sea que ganarían al Mallorca.

—No lo sé. Tendrían que coger más ritmo físico.

—Acabaron cuartos. ¿Cumplieron el objetivo que les marcó el club?

—El objetivo más ambicioso era entrar en Champions, donde no entraban desde 2009. Con todas las complicaciones que tuvimos, especialmente la lesión de nuestro goleador Demba Ba. Después de aquello el presidente nos dijo que si quedábamos entre los seis primeros ya lo iba a considerar un éxito. Pero quedamos cuartos, siendo el séptimo presupuesto.

—¿Por qué no renovaron?

—Quisieron renovarnos, pero las perspectivas deportivas no eran buenas en cuanto a fichajes, gestión de la pretemporada... No lo veíamos demasiado claro. Hubiera sido un año complicado y Gregorio Manzano quería irse de China con tres temporadas muy buenas a sus espaldas y no con un tropiezo que veíamos bastante probable. Se trata de disfrutar del trabajo, no de sufrir.

—¿Qué ha aprendido este año en China?

—He desarrollado más curiosidad, he conocido otra manera diferente de interpretar el fútbol. Y he observado que los chinos gastan el dinero en cosas que no tienen demasiado sentido. Si lo gestionasen mejor, su fútbol estaría a un mejor nivel. Solo hace veinte años que tienen una competición profesional, pero tendrían que estudiar lo que se hace fuera.

—¿Qué cualidades tiene el futbolista chino que no posea el español?

—Al tener menos inventiva, son gente más disciplinada. Pero con eso no basta.

—¿Son menos caprichosos que los europeos?

—Sí, pero ya van aprendiendo lo malo de los extranjeros [risas].

—Contaba Manzano que si el partido es televisado, a lo mejor lo ven 300 millones de chinos...

—Sí, es una barbaridad. Allí las cifras se magnifican. Los estadios, las distancias, los seguidores que tienen los futbolistas en las redes sociales... Todas las cifras allí impactan a cualquier europeo. Allí por ejemplo van ocho millones de personas cada día a visitar la Gran Muralla. Para ellos no es nada.

—Ha vuelto a oler césped después de muchos años haciendo trabajo de despacho.¿Se encontró cómodo?

—Sí. Y olí banquillo después de muchos años. Ha sido muy interesante volver a vivir el fútbol desde abajo, y con las peculiaridades de China.

—¿Qué va a hacer ahora Gregorio Manzano?

—Después de tres años en China tiene en la cabeza volver a entrenar en Europa. Este año volvió a estar nominado como mejor entrenador de China. Allí se ganó un prestigio.

—¿Volverá a reeditar el tándem con Manzano?

—Todo es posible, pero no lo hemos hablado.

—¿Ha seguido al Mallorca en la distancia?

—Sí. Tenía un programa informático en el que he podido ver algún partido. Y el día que vino el Sevilla Atlético vi el partido en el estadio después de seis años. Quiero dejar claro que aunque no hubiera ido durante tanto tiempo, he seguido pagando el carnet de abonado cada temporada.

—¿Y qué le pareció el partido?

—La primera parte me pareció un desastre... En fin, qué quiere que le diga.

—Lo que sucede no parece un error de planificación puntual. Hace cuatro temporadas que el Mallorca está igual.

—Así es. Estamos hablando de que estos últimos cuatro años el Mallorca ha sido uno de los presupuestos más altos de la categoría y no ha pisado ni una sola jornada puestos de promoción de ascenso. El primer año, con el presupuesto más alto, el equipo estuvo a punto de bajar. Eso no dice nada bueno de la gestión que se ha hecho. Hablo con gente de fuera y llama mucho la atención. Cambian entrenadores, propietarios, presidentes, directores deportivos y todo sigue igual.

—¿Le sorprende que la plantilla esté tan abajo?

—No, no me sorprende.

—¿No le sorprende?

—Prefiero no profundizar.

—¿Usted también habría apostado por Javier Olaizola?

—Sí, me parece una buena apuesta. Aparte de ser mallorquinista, tiene capacidad para llevar al Mallorca más arriba. No tengo ninguna duda de que en el mercado de invierno, con una o dos operaciones bien hechas, el Mallorca podría estar arriba.

—¿Es un problema de entrenadores, jugadores o de proyecto?

—Valorarlo desde fuera me resulta difícil. Ha habido diferentes jugadores, entrenadores y proyectos y las cosas no han ido bien. Los resultados cantan por sí solos.

—¿Echa de menos la adrenalina del mercado de fichajes?

—Es un tema que me gusta. Es mi profesión y la añoro, la verdad.

—¿Conoce a Javi Recio?

—Personalmente, no.

—Si mañana Maheta Molango le llamara para ofrecerle un cargo en la dirección deportiva, ¿usted qué le respondería?

—Molango ha depositado su confianza en una serie de profesionales y lo que tiene que hacer es escucharles a ellos.

—¿De qué se siente más orgulloso en su larga etapa en el Mallorca?

—De haber tenido la suerte de vivir los mejores años de la historia del club. Haber estado en Europa, jugar la Champions, haber ganado en el Camp Nou, en el Santiago Bernabéu... Han sido años inolvidables.

—¿Y qué responde a los que critican que en esos años hubo un exceso de gasto que acabó en el concurso de acreedores?

—De veinte equipos que había en Primera, diecisiete entraron en concurso. Fue un mal general del fútbol español, todos gastaron más de lo que generaron. Hace unos años la Liga ha puesto veto a esos excesos imponiendo un límite de gasto y me parece muy bien. De todos modos el Mallorca no bajó a Segunda por estar en concurso de acreedores.

—Ha hecho de todo en el fútbol. ¿Ahora qué le haría más ilusión hacer?

—No lo sé. Ahora solo pienso en descansar después de once meses fuera . Ya veremos si sale algo nuevo para el año que viene.

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