­El resto está servido de nuevo para el tándem Pepe Gálvez-Alfonso Pérez. Ahora, con el segundo equipo, aunque ya el viernes reconoció estar "muy contento de volver al terreno de juego teniendo la posibilidad de hacer lo que realmente me gusta, que es entrenar; pero la situación ha sido complicada porque me sabe muy mal la destitución de un compañero con quien he estado trabajando".

Sabe Gálvez que recoge una herencia para la esperanza, ya que se trata de "un equipo que no encaja goles y tenemos el reto de mantener la portería a cero y romper con la racha de ataque". Y en esto precisamente es en lo que tratará de mejorar al filial rojillo: en la faceta goleadora. No es normal no solo el récord de imbatibilidad que ostentan -siete partidos sin perder- sino el paupérrimo bagaje ofensivo que le contemplan: un gol en 630 minutos. Ínfimo bagaje si se aspira a ganar al menos el cincuenta por ciento de los partidos que se dispute.

De esta forma, lo que buscarán con el nuevo grupo es que "se generen mecanismos y movimientos en el campo. Saberse posicionar. Hemos hablado con ellos para quitarles presión. Solo tenemos a Cedric al cien por cien y lo hemos querido tranquilizar. Como delantero sé que la manera de acabar marcando goles es tomando buenas decisiones en el campo"'.

Y de cara al partido de esta mañana (11 horas, en Son Bibiloni), Pepe Gálvez valora de esta forma al Hércules: "Es un equipo valiente, con experiencia en categorías superiores y con un perfil de play-off. Conozco a su entrenador, y sé que va a ser un partido complicado para empezar a trabajar. Esto motiva tanto al entrenador como a la plantilla".