No ha tenido precisamente suerte Javier Olaizola al tener que afrontar sus dos primeros partidos lejos de son Moix, precisamente donde el rendimiento del equipo ha dejado más que desear. Empezar bien sería importante, primero para la moral de unos jugadores que necesitan sumar de tres en tres como el comer, y después para que el proyecto del técnico vasco se sustente en algo tangible como son los puntos para no correr el riesgo de dejar en nada su discurso.
Partido complicado el que le espera al Mallorca esta tarde ante un Almería que se muestre fiable ante su afición. Pese a la importante baja de Dubarbier, cuenta con jugadores capaces de plantar cara a cualquiera. Habrá que ver si finalmente confía el vasco en Dalmau, que en los pocos minutos de que ha gozado con Vázquez ha demostrado cosas interesantes. El cambio de Cabrero por el lesionado de última hora Santamaría no debe trastocar mucho los planes porque la diferencia entre uno y otro no es sustancial. El equipo está obligado a dar otra imagen muy diferente a la ofrecida con el anterior técnico, sobre todo en el capítulo de la ambición. Para ganar hay que ir a por la victoria y debe reflejarse en el campo.
