Ya había terminado la rueda de prensa. No había ninguna pregunta de por medio, y Javier Olaizola, todavía con los micrófonos abiertos y con algunos periodistas levantándose de sus asientos, gritó animado: "Necesito a la afición, a la que nunca me ha fallado. Yo sin ellos no soy nada. Estoy en el mejor momento de mi vida y me comprometo a dejarme el alma por este escudo y este club". Estas fueron las últimas palabras de la presentación del vasco como entrenador del primer equipo del Mallorca hasta final de temporada. Sustituye a Fernando Vázquez, al que los malos resultados le han acabado engullendo ya que el equipo está fuera del descenso por el golaverage. De hecho, el gallego se despedirá hoy de la plantilla en Son Bibiloni.

Flanqueado por el consejero delegado Maheta Molango y el director deportivo Javi Recio, Olaizola pronunció un discurso que refleja su carácter. "El jugador que no sude sangre y se deje la vida en los entrenamientos y en los partidos, no estará en el vestuario. Y, si ellos entienden este mensaje, habremos dado un paso adelante importante. Yo no entiendo de entrenamientos suaves, yo entiendo que la camiseta que es mi vida", comentó convencido. El hasta ayer técnico del filial en Segunda B, que será dirigido por Pepe Gálvez y Alfonso Pérez Muñoz, dejó claro que no se lo pensó cuando le propusieron el cargo. "Siento que un hijo me ha llamado porque necesita ayuda y yo, como siempre digo que para mí el Mallorca es como un hijo, tengo la obligación imperiosa de ayudar en lo que pueda para que este hijo se recupere. El Mallorca me necesita y es mi obligación estar ahí", comentó.

Olaizola, que hoy dirigirá su primer entrenamiento a las 10:30 horas en la ciudad deportiva, se mostró feliz por la oportunidad que le brindan Molango y Recio: "Quiero dar las gracias por la confianza depositada en mí y cuando me lo han propuesto no ha habido ni un segundo de duda. No se van a arrepentir".

Además, el preparador aseguró que siente que, acompañado por su ayudante Julián Robles, también exjugador de los bermellones, dará con la tecla para que el equipo se aleje de la parte baja de la clasificación: "Tenemos herramientas para darle soluciones al equipo. Le vamos a ayudar para estar cerca de ganar, es un tema de actitud. Hay que competir y dejarse la vida, además de los conceptos técnicos y tácticos. El equipo tiene que ser otro". Preguntado por si se planteaba luchar por el ascenso, tal y como exigía su antecesor, Fernando Vázquez, Olaizola fue prudente. "El objetivo es ganar en Almería, no hay ningún objetivo más y para ello hay que hacer un buen trabajo durante la semana. Soy admirador del Cholo Simeone en eso de ir partido a partido, algo que también repetía Luis Aragonés y se decía en mi etapa, haciendo hincapié en que había que llegar bien a las últimas diez jornadas", manifestó. El donostiarra, de 47 años, dejó la puerta abierta a que futbolistas del filial puedan jugar con los mayores. "Hay jugadores en el B que por estado de forma y capacidad pueden ayudar al primer equipo, pero primero quiero ver cómo está la plantilla. Si alguno de los jóvenes puede sumar subirá porque, además, el club así lo quiere", señaló sin titubear.

Cariño

Olaizola también quiso enviar un mensaje a Vázquez. "No es agradable ocupar un puesto de un compañero, pero sabemos cómo es el mundo del fútbol si los resultados no llegan. Por eso, mi respeto, cariño, afecto hacia Fernando Vázquez, al que tuve de entrenador cuando yo jugaba aquí. Es una gran persona que no ha tenido fortuna y ya se sabe lo que ocurre cuando las cosas no salen. Le mando un abrazo", resaltó.

Por su parte, Maheta Molango explicó las razones de la destitución del de Castrofeito. "El club está por encima de afinidades personales y las cosas no estaban saliendo cómo queríamos. Era necesario un cambio porque los jugadores no están rindiendo cómo nos gustaría que lo hicieran", dijo visiblemente resignado. Javier Recio, por su parte, reconoció que necesitaban una reacción. "El equipo estaba cayendo, le faltaba actitud. Pero hay que dejar de buscar culpables y encontrar las soluciones", dijo con el rostro serio.

Molango se explayó al explicar las razones por las que han ofrecido el banquillo a Olaizola, que ya salvó del desastre a los rojillos en los tres últimos tres partidos de la temporada 2013/2014. "Necesitábamos a alguien valiente, con hambre, ambicioso, que se deje la piel todos los días en todo lo que haga y que sea contagioso, que crea una conexión con el entorno, con la afición, con los medios y en el que todos nos podamos volcar. También debía ser alguien que conociera la historia de este club, que la valorara y que supiera lo que es estar en el Mallorca y defender estos colores, que sepa de dónde viene el club y que apueste por la cantera. Vimos que muchas veces buscas cosas fuera que tienes dentro y, viendo lo que hizo hace unos años, nos dimos cuenta de que cuando se le dio la oportunidad en su día con el equipo en situación límite dio la cara, respondió, no se escondió y tuvo éxito, y esa persona es Javier Olaizola, que ha hecho un buen trabajo con el filial", concluyó.