Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

¿Un accidente? pues van...

Lo peor del fin de semana es que cuando se acaba empieza el lunes. Y no porque haya que trabajar -qué bien nos llega esta semana de acueducto a casi todos, ¿verdad?- sino porque siempre hay algún amigo, o conocido, que nos toca los timbales de la paciencia con la derrota de nuestro equipo. No quiero ni imaginarme cómo lo estarán pasando los mallorquinistas, sobre todo si ayer estuvieron en Son Moix. Y más aún si escucharon a Vázquez.

Pues sí, un accidente lo tiene cualquiera. Lo malo es que no aprenden y semana a semana siguen erre que erre. En el Mallorca es así, cada domingo es como una lotería y en cada partido se corre el peligro de sufrir un accidente. Los jugadores son capaces de pasar del cielo al infierno sin inmutarse. Y lo que es más espectacular, encontrar excusas para todo. Y quien dice jugadores, dice técnico.

Pero lo que menos me gustó ayer, menos que el partido o el resultado, fue que saliera Damià a dar explicaciones. Que lo hiciera Joan Oriol -un tipo veterano, con personalidad y muchas tablas- es entendible y hasta normal. Pero que dejen salir al chaval es para hacérselo mirar. El club y la plantilla, empezando por el emtrenador. Ayer era un día para que salieran capitanes y tíos con peso en el vestuario. Porque sepan que lo de ayer puede ser grave; por la derrota y las sensaciones.

Compartir el artículo

stats