El Mallorca necesita imperiosamente la victoria en su despedida del año ante su sufrida afición. Está el equipo en una situación, 19 puntos, los mismos que su rival de hoy, el Valladolid, en la que un triunfo le mantendría con las ilusiones intactas, pero un empate y no digamos ya una derrota le metería de lleno en la zona peligrosa de la clasificación. "Nos estamos quedando sin margen de error", dijo Fernando Vázquez el viernes, en el mejor resumen de la situación del equipo, candidato al ascenso, según el técnico, pero de momento solo en las ruedas de prensa.

Moutinho ha sido la principal víctima de la derrota del pasado domingo en Elche. El jugador suizo portugués, que fue sustituido a falta de veinte minutos por Lekic, ha pagado los platos rotos del último tropiezo y se ha caído de la lista. Moutinho, un jugador muy discutido, ha gozado de la titularidad prácticamente toda la temporada, pero al técnico se le ha acabado la paciencia pese a que es el mejor asistente del equipo, con cuatro pases de gol.

La baja de Moutinho y la probable titularidad de Lekic desplazará a Brandon del centro del ataque para ocupar una de las bandas. Una decisión a priori discutible porque alejas de la portería al goleador del equipo. En cualquier caso habrá que ver cuál es el dibujo que plantea Vázquez.

Por lo demás, la defensa recobra su fisonomía habitual. Oriol vuelve al lateral izquierdo tras cumplir su partido de sanción por lo que Company ocupará el derecho, su posición natural y donde se siente cómodo. Ansotegi, que ha cumplido cada vez que se han requerido sus servicios, formará pareja en el centro de la defensa con Yuste como sustituto del sancionado Raíllo.

En ocho partidos en el Iberostar Estadi, el Mallorca ha sumado 13 puntos de 24 en juego, con tres triunfos, cuatro empates y una derrota, en la primera jornada ante el Reus. Pese a que los números dejan bastante que desear, es en casa donde el equipo se ha mostrado más fiable porque en los desplazamientos la trayectoria es decepcionante, con una sola victoria, por tres empates y cuatro derrotas. Es por eso que los puntos son innegociables. El equipo despedirá el año con dos citas lejos de Palma, el próximo domingo en Almería y en la última jornada de 2016 en Soria ante el Numancia.

El equipo debe reaccionar ya y cambiar la dinámica negativa en Palma, donde los dos últimos partidos se han solventado con sendos empates, ante el Zaragoza y Sevilla Atlético. El margen se estrecha y cada vez queda menos para que el discurso de Vázquez se mantenga en pie.