No fue la mañana de Raíllo, que acabó perjudicando al Mallorca al cometer un penalti que le envió a la ducha en el minuto sesenta y dos. El central cordobés, uno de los fichajes del pasado verano que está ofreciendo un mejor rendimiento, estuvo más nervioso de lo habitual y, a pesar de que ya tenía una tarjeta amarilla, se arriesgó demasiado al tratar de robar el balón a Dorca dentro del área y cometió una falta que se podría haber ahorrado. El Elche falló la pena máxima, pero los bermellones ya quedaron tocados el resto del partido porque suponía jugar en inferioridad durante media hora. De hecho, el tanto de los locales solo llegó cinco minutos después. El andaluz, en la primera parte, incluso había intentado marcar con sendos remates que se fueron fuera, pero vio una tarjeta roja que manchó su actuación en el Martínez Valero.
