El duelo entre filiales entre el Mallorca B y el Espanyol B acabó en tablas en un partido que estuvo marcado por el penalti que detuvo el rojillo Jaume Valens en la segunda mitad. Los de Javier Olaizola jugaron un buen encuentro defensivo pero en ataque se les vio muy poco. Dispusieron de alguna ocasión, pero fue el Espanyol B el que controló el encuentro gran parte del tiempo, sobre todo, en la segunda mitad.

Los primeros minutos fueron de equilibrio en los que ninguno de los dos equipos fue capaz de controlar el balón. Sin embargo fueron los blanquiazules los que buscaron más la portería rival. Las ocasiones escaseaban y solamente cabe destacar una que dispuso el visitante Stephen en una jugada a balón parado, que finalmente el balón acabó tocando el travesaño. Mientras, Valens apenas tenía trabajo. Los palmesanos estaban muy bien situados en defensa y no dejaba maniobrar a un Espanyol B que tenía muchas dificultades para crear situaciones de peligro ante la portería visitante.

A medida que fueron transcurriendo los minutos, el Mallorca B encontró más claridad en el juego ofensivo y su presencia en la portería de Andrés fue cada vez más habitual. Los últimos minutos de la primera mitad fueron del filial bermellón. En el minuto 39 Joan Sastre pudo abrir el marcador al rematar un rechace tras un centro al área. Y poco después, Cedric remató de cabeza una pelota que salió cerca de la portería catalana.

Tras el paso por los vestuarios, el Espanyol B retomó el control del partido. Los de Gallego tuvieron su mejor ocasión en un claro penalti sobre Álex al ser derribado dentro del área. La pena máxima fue lanzada por Marc Navarro pero Valens, en una gran estirada, detuvo el balón y evitó que el marcador se moviera. Se cumplía el minuto 61.

Los catalanes de envalentonaron e intensificaron su ataque en busca del gol que les pudiera dar la victoria. A medida que fue llegando el final del encuentro los mallorquines fueron dando por bueno el punto y se fueron atrincherando en su área, aunque sin renunciar al contragolpe para sorprender a su rival en una jugada aislada. Así el control fue del Espanyol B que continuó topando con una muralla defensiva bermellona que no tenía ninguna fisura.

Los últimos minutos fueron de ataque constante de un Espanyol B que nunca encontró portería. El buen trabajo de la zaga palmesana evitó un susto de última hora. Al final los isleños regresan con un punto que le sirve para alejarse de la zona baja, a la que se encuentra a tres puntos del descenso directo y a dos de la promoción.