Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

El ascenso como solución

Aunque Sarver y sus compañeros de viaje no se cansen de decir que su aterrizaje en el Mallorca es un proyecto a largo plazo, a nadie se le escapa que algún día, más pronto que tarde, el dueño de los Phoenix Suns se cansará de tapar los agujeros provocados por los que le precedieron. Si a los más de veinte millones de euros que pusieron se descuentan los ocho para sufragar deudas más los cinco que se prevén para el próximo año, la situación del club sigue siendo alarmante, por utilizar un término suave.

Sin que todavía se cumpla un año de su desembarco, hay que dar tiempo a los nuevos propietarios. Pero, reconociéndose los muchos problemas a los que hay que hacer frente, da la impresión de que los gestores de la entidad podrían ahorrarse una buena tacada en cargos superfluos pagados a precio de oro. Resulta difícil de creer que un triunfador como Sarver haya asumido la capitanía de este particular titanic sin tener pensadas soluciones para reflotarlo. El norteamericano se dedica de momento a tapar las muchas vías de agua que se ha encontrado. En Segunda, y enjugada hace tiempo la ayuda al descenso que reciben los clubes tras abandonar la Primera División, todo son gastos. No hay espacio ni momento para darse una alegría. Es un pozo sin fondo. Por lo tanto, el ascenso se antoja como la única solución para salir de la miseria en la que el Mallorca se halla sumido. Este debe ser el único objetivo de los nuevos propietarios, mejor a corto que a medio plazo porque el tiempo corre en contra del club.

La llegada de Sarver parece la última oportunidad para una entidad que ha alcanzado los cien años muy desmejorada. A sus ganas y a su paciencia se encomiendan los mallorquinistas.

Compartir el artículo

stats