Han tenido que pasar 170 jornadas de Liga para que el Real Mallorca vuelva a tener el ‘golaverage’ positivo. Es decir, más goles marcados que encajados. Después de su victoria por 0-2 en el feudo del Córdoba el pasado viernes, el conjunto bermellón cuenta con catorce tantos a favor y doce en contra. Todo un logro para un equipo que arrastraba números negativos desde la última temporada en Primera División.
El bloque de Fernando Vázquez había equilibrado su ‘golaverage’ después de superar al Alcorcón (1-0) hace tres jornadas. Desde entonces, solo necesitaba una victoria para poner sus números en positivo, pero se le resistió contra el Nàstic (2-2) y el Zaragoza (2-2). Hasta que llegó la victoria en el Arcángel que permitió a los rojillos superar dos barreras psicológicas: vencer a domicilio por primera vez esta temporada, y volver a tener un saldo favorable mucho tiempo después.
Hubo otro hito aquella noche porque el Mallorca ‘durmió’ temporalmente en ‘play-off’, pero técnicamente los baleares no se podrán atribuir ese mérito mientras no terminen una jornada en esa zona. Podría suceder el próximo sábado si vence al Sevilla Atlético en Son Moix y hay una carambola de resultados favorable.
La última vez que los rojillos disfrutaron del ‘golaverage’ favorable se remonta al 22 de octubre de 2012, cuando el entonces equipo dirigido por Joaquín Caparrós perdió por 3-2 en su visita al Sánchez Pizjuán en el transcurso de la octava jornada. Pese a la derrota, mantuvo un balance favorable de diez goles marcados y nueve recibidos.
Una contundente derrota por 0-5 ante el Real Madrid la semana siguiente desniveló la balanza -10 tantos a favor y 14 en contra- y así ha seguido hasta el pasado viernes.
En el global, el Mallorca contabiliza desde que cayó en el Sánchez Pizjuán un total de 185 goles a favor y 241 en contra. Un saldo negativo de 56 tantos, lo que explica en buena parte los fracasos deportivos de estas últimas temporadas.
Si el bloque de Vázquez consigue mantener el ‘golaverage’ favorable las próximas semanas será sinónimo de que ha enderezado el rumbo y lo mantiene en la buena dirección hacia la cabeza de la clasificación.
Esta misma temporada el grupo bermellón ya había estado una vez a las puertas de convertir los números rojos en negros. Fue en la novena jornada, cuando el equipo endosó un 3-0 al Huesca. El ‘golaverage’ quedó en seis goles a favor y otros seis en contra. Pero la derrota una semana después en el feudo del Levante (2-1) prolongó el maleficio.
Hace dos temporadas los rojillos también tuvieron una ocasión inmejorable de normalizar sus números y soltar un lastre que ya empezaba a resultar demasiado pesado. Entre la jornada 12 y la 21 el grupo que dirigía Valeri Karpin tuvo varias ocasiones para salir de los números rojos. Pero hasta cuatro veces se le negó el triunfo que necesitaba, el equipo fue perdiendo altura y el ruso acabó dando paso a Miquel Soler en el banquillo.
Han sido 170 largas jornadas durante las que tener un saldo positivo ha sido misión imposible por culpa de lo mucho que ha sufrido en defensa. Como muestra, los rojillos terminaron el curso 2012/13, el del descenso, como el más goleado de Primera con setenta tantos en contra. Aquella misma campaña los bermellones registraron su peor ‘golaverage’ en la jornada 35, cuando registraron 38 dianas a favor y 70 en contra. La hemorragia en la línea de atrás se prolongó las siguientes temporadas hasta la actual.
El Mallorca ha encontrado en Héctor Yuste y Antonio Raíllo dos centrales de garantías que varias veces esta campaña se han convertido en el sostén del equipo. Así sucedió el viernes en Córdoba, cuando fueron un parapeto contra el que chocaron casi todos los ataques de un Córdoba que acabó desquiciado. No hay que olvidar a Ansotegi, considerado por Fernando Vázquez como el tercer central del equipo que ha mantenido el listón muy alto cuando ha tenido la oportunidad de jugar.
Una prueba de fuego
La visita del Sevilla Atlético, segundo clasificado y uno de los equipos más en forma del campeonato, supondrá una prueba de fuego para el Mallorca, que salvo que encaje una derrota por más de dos goles mantendrá una semana más un saldo positivo que tanto le ha costado alcanzar.
Las cosas parecen encauzarse para el equipo de Vázquez, cuya asignatura pendiente ahora es alcanzar -e instalarse- en la zona de promoción.
