El Real Mallorca fía buena parte de sus posibilidades el sábado ante el Zaragoza al 'factor Son Moix'. El bloque de Fernando Vázquez sube el listón en casa, donde solo ha encajado una derrota -en la jornada inaugural ante el Reus- y un gol en el mismo encuentro.

La estadística empieza a ser notable después de seis jornadas ligueras como local y pone de manifiesto lo incómodo que resulta el estadio mallorquinista para los rivales. Solo el Alcorcón, que también ha recibido un único tanto y una derrota en el Santo Domingo, iguala los registros bermellones.

El Mallorca espera que Son Moix también se le atragante al Zaragoza, equipo que todavía no ha ganado como visitante. Los maños contabilizan tres puntos a domicilio fruto de tres empates. Precisamente uno de los retos que tiene Raúl Agné, técnico que afronta su segundo partido al frente del conjunto maño, es hacer más competitivo a su equipo cuando juega lejos de La Romareda.

Por contra, los rojillos solo han anotado cinco goles en Palma -tres de ellos los firmó Brandon contra el Huesca-. Lo cierto es que en el grupo bermellón marcar sigue siendo cosa de la inspiración de un solo futbolista y no tanto de un engranaje ofensivo que no termina de funcionar.

El Zaragoza, por su parte, ha anotado siete tantos en sus seis desplazamientos, pero ha encajado la friolera de once goles. Una cifra muy abultada que convierte al conjunto maño en el tercero que más dianas recibe a domicilio.

Hasta la fecha el Mallorca ha ido resolviendo sus partidos en Son Moix con más ganas que fútbol ante rivales teóricamente inferiores. El Zaragoza, al menos sobre el papel, exigirá un plus de los hombres de Vázquez, que no pueden permitirse el lujo de perder la imbatibilidad que se han ido ganando estas últimas jornadas en su estadio.