No es que Fernando Vázquez estuviera solo en el cuerpo técnico, al menos eso es lo que siempre ha defendido, pero ahora ya tiene un ayudante que ejercerá de segundo entrenador. Óscar Bruzón saltó ayer por primera vez al césped de Son Bibiloni para ser la mano derecha del de Castrofeito.

Ambos mantienen una buena amistad desde hace años y ahora colaborarán al frente del banquillo del Mallorca. Bruzón se presentó uno a uno con los que serán sus pupilos y, por supuesto, con los que compartirá responsabilidades, como el preparador físico Jaume Moll o el entrenador de porteros, Miki Garro, entre otros. El recién llegado, de 39 años, se formó como futbolista en la cantera del Celta de Vigo, y tras pasar por el Pontevedra y el Universidad de Las Palmas, se vio obligado a retirarse, con apenas 23 años, por una lesión.

Desde entonces aprovechó para ejercer de técnico en las categorías inferiores en Vigo del club de su vida hasta que en 2011 dio el salto al fútbol indio, donde permaneció hasta 2015. Trabajó en el Sporting Goa, club al que llegó a ser el primer entrenador en la máxima categoría del país, así como también en el Mumbai City, en el que colaboró en el banquillo con Nicolas Anelka.

Vázquez verá reforzada su posición en el vestuario con un hombre de su absoluta confianza y que tiene como misión respaldarle, pero también aportarle otro punto de vista acerca de las necesidades del equipo. Y después de este decepcionante inicio de campeonato está claro que son muchas. La falta de puntería es la más urgente, por mucho que en la anterior jornada el Mallorca le marcara tres tantos al Huesca (3-0). En el adiós de la Copa del Rey ante el UCAM Murcia del miércoles (1-2) volvieron a evidenciarse los problemas de definición de los bermellones, juegue quien juegue. Ya sea Lekic, Moutinho o Dalmau, en el torneo del KO, o Óscar Díaz, Lago y Brandon, en la Liga, al Mallorca le cuesta mucho marcar goles. Lleva seis, cuatro de ellos son obra del de Cala d'Or, por lo que es un asunto que debe mejorarse sustancialmente porque el equipo ya ha demostrado que sabe crear peligro. Bruzón podrá ayudar a Vázquez en la confección de acciones de estrategia, uno de los aspectos que menos aprovecha. No obstante, a la hora de defenderlas sí que les penaliza, por lo que es otro tema a solucionar.

Frente al UCAM Murcia encajó los dos tantos tras sendos saques de esquina, aunque quizá la jugada que más irrita a Vázquez es la del segundo tanto recibido en Lugo en la que se produjeron errores groseros. "Tendremos que plantearnos qué está pasando", reconoció el gallego el miércoles, por lo que Bruzón también deberá trabajar en ello. Además, la imagen sin auxiliar del banquillo del Mallorca, tras la tarjeta roja que vio el propio Vázquez en la Copa, ya no se volverá a producir con el aterrizaje de Bruzón, aunque fuera Miki Garro el que ejerciera esa función en la segunda mitad.

Juan Rodríguez, al margen

Por su parte, el mediocentro del Mallorca Juan Rodríguez sigue trabajando para intentar llegar al duelo ante el Levante a pesar de que arrastra molestias musculares. De hecho, ayer se ejercitó sobre el césped, pero al margen de sus compañeros. El malacitano, indiscutible para el técnico, ya se perdió dos partidos de Liga y, ante el Huesca en su regreso, apenas pudo estar veintiséis minutos al resentirse de sus problemas físicos.