Habría que analizar con mucha tranquilidad el partido de ayer, porque hay detalles que preocupan. Por lo pronto, que el técnico -y Vázquez no es el único, también lo hacen otros en Primera- ya haya mencionado la palabra rotación cuando llevamos un mes escaso de competición. Llama la atención que con seis partidos a sus espaldas, los jugadores ya deban descansar para poder rendir bien. Si con siete partidos ya vamos así, no quiero ni imaginar cómo estaremos en abril, con 40. Puede ser agónico. No es normal que ayer se cambiaran a cuatro futbolistas, por muy largo o complicado que haya sido viajar y jugar en Tenerife entre semana. Se supone que son profesionales y que además el cuerpo técnico cuenta con buenos preparadores físicos. Y tampoco es normal que al equipo le costara tanto ayer encontrar cierta solidez en su juego. Por fortuna, el Mallorca está teniendo suerte y se está topando con unos rivales a los que les cuesta tanto acertar en la portería rival como a propios los delanteros rojillos.
