Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Liga 1|2|3

El Mallorca se desespera

Los de Vázquez, que merecieron mucho más, ya son colistas en solitario

22

El Mallorca pierde 1-0 ante el Rayo

­Existen dos corrientes para explicar cómo se siente el mallorquinismo después de un varapalo como el de ayer en Vallecas. En la primera figuran los que creen que los rojillos, tarde o temprano, empezarán a ganar partidos porque el juego es bueno, incluso a ratos muy bueno, aunque falte puntería. Reclaman paciencia porque el equipo ha sido superior a sus rivales en lo que se lleva de curso.

En la segunda militan los que consideran que hay motivos para estar muy nerviosos porque el Mallorca es incapaz de vencer, entre otras cosas porque para eso hay que marcar goles. Y eso ahora parece imposible. Falta de talento, malas decisiones, mala suerte o un poco de todo ello. La realidad es que estos dos tipos de pensamientos poseen argumentos que les dan la razón.

No obstante, los números no engañan. Los de Vázquez son colistas en solitario, con solo dos puntos de doce y con un solo gol a favor. Un balance tan pobre como preocupante y que dista mucho del que pretendía el técnico gallego, que se pasó la pretemporada recordando que era importante empezar bien. Pues menos mal. Lo peor es la sensación con la que se quedan los baleares, que dispusieron de muchas y buenas ocasiones para encarrilar el encuentro ante un todopoderoso Rayo que es un polvorín. Pero el único tanto que subió en el marcador fue el de un ex, para mayor desgracia. Álex Moreno dio los tres puntos a los suyos y deja la moral muy tocada de un grupo que necesita ganar para darle sentido a su buen trabajo.

Porque el Mallorca lo hizo bien, una vez más. Dominó en gran parte del duelo y creó numerosas ocasiones ante un recién descendido que está llamado a regresar a la elite, y que también dispuso de sus oportunidades. Pero la alarmante falta de pegada penaliza demasiado. Llueve sobre mojado y el escenario que queda es preocupante porque el duelo del domingo ante el Girona, aunque solo sea la quinta jornada, ya está rodeado de urgencias. ¿Les recuerda a la temporada pasada? ¿Y a la otra? Pues eso.

La primera parte fue eléctrica, de esas que no se suelen ver en esta categoría. Y lo extraño es que el marcador no se movió porque, por mucho que los rojillos tuvieran una mayor posesión, el Rayo también sabía morder. De hecho, dio un primer susto con un cabezazo de Zuculini que detuvo Santamaría. Más allá del arreón inicial de los locales, el Mallorca empezó a tener más el balón y a crear peligro. Un fuerte disparo de Óscar Díaz no lo pudo blocar Toño, pero Moutinho llegó tarde a su rechace. Fue la primera de muchas ocasiones en las que los bermellones miraron al cielo lamentándose airados de no haber marcado.

Poco después, Óscar Díaz, que no es el único responsable de la falta de pólvora, no supo aprovechar una salida en falso de Toño y remató defectuosamente a una acción que recordaba el tanto de Brandon en Copa del miércoles ante el Reus. El Mallorca era superior, pero no se notaba en el electrónico. Un grave error del meta Toño dejó a Juan Rodríguez franco para meter gol, pero el andaluz cometió un fallo todavía más importante porque su tiro fue un regalo para el portero. Los locales respondieron con un tiro de Quini y un cabezazo de Ebert, tras un despiste de Yuste, que se fue fuera. Y antes del descanso un gran pase de Culio dejó solo a Campabadal, que en lugar de batir al meta con un sutil toque o centrar a Lago, que estaba solo, optó por un fuerte tiro que se fue al lateral de la red.

El Rayo mejoró en posesión en la reanudación, pero el Mallorca no se fue del partido, ni mucho menos, ya que dispuso de más opciones para marcar con un cabezazo de Juan Rodríguez, dos tiros de Brandon y otro de Moutinho. Incluso una gran contra en la que Óscar Díaz centró mal a un Pol Roigé que estaba solo. La toma de decisiones en el último pase es un asunto que Vázquez debe solucionar lo antes posible.

Hasta que Álex Moreno, tras una magnífica acción de Trashorras, sobrado en Segunda, batió a Santamaría y llevó el desastre a un Mallorca que se volcó en la portería de Toño, pero con más corazón que cabeza. Lago dispuso de la última gran ocasión, pero tiró al cuerpo del portero tras adelantarse al lateral. Ver para creer, pero el Mallorca regresó a la isla sin ningún premio. Esto es desesperante.

Compartir el artículo

stats