Se verán las caras mañana sábado. Posiblemente se cruzarán las miradas durante el partido. Cada uno, defendiendo sus intereses. En el caso de Guillem Vallori, con la experiencia y sus más de diez años como profesional por bandera. En el de James Davis, todo explosividad y juventud, buscando romper el maleficio de un Mallorca B al que el triunfo no le sonríe desde hace años en los derbis en Segunda B contra el Atlético Baleares. Ayer, antes del derbi, se vieron las caras a petición de DIARIO de MALLORCA.
Los blanquiazules llegan con tres puntos y sonrientes. Los rojillos, tocados por la derrota en Son Moix frente al Alcoyano, buscarán el 'borrón y cuenta nueva' en Son Malferit.
No se trata de un 'duelo al sol' en cancha neutral. Se trata de juntar dos puntos de vista de cómo se afronta un derbi. Entre sonrisas y apretones de manos comienza la distendida charla entre Vallori (Palma, 1982) y James (Palma, 1995). Y con una curiosidad por parte del blanquiazul con pasado rojillo (15 temporadas en el Mallorca): el de mañana será su primer derbi.
"Se afronta más o menos igual que si tienes 18 o 20 años. En mi caso, con más experiencia, con más kilómetros en las piernas. De más joven, quizás iría revolucionado, pero ahora se afronta con la cabeza más fría", afirma Vallori ante una confrontación que solo pudo disputar en categorías inferiores, pero defendiendo la camiseta del Mallorca.
James, que escuchaba atentamente, reconoce que sí tiene experiencia en este tipo de derbis. De hecho, los recuerda todos: "Ya jugué el año pasado en Copa Federación; y también hace dos temporadas en Segunda B. Y en ambos casos no tuvimos la suerte de ganar en el campo del Baleares, ya que no salieron las cosas como nosotros esperábamos".
Un derbi que, de entrada, afronta en dinámica positiva el equipo blanquiazul. Vallori reconoce que "era muy importante ganar el primer partido, porque después te vienen las prisas sabiendo que el segundo partido es un derbi, y te juegas mucho más que tres puntos".
"Y aunque nuestro entrenador nos dijo que no estaba del todo satisfecho con nuestro juego, nos quedan 37 jornadas para llegar al juego que quiere Ziege y de momento ya tenemos tres puntos". asevera.
Diferente es el caso del Mallorca B, sin puntuar en su primer compromiso liguero. "Lo afrontamos trabajando bien esta semana, como si fuera un partido más de Liga, pero con el plus de que es un derbi e intentaremos sacar los tres puntos. Este aliciente de que sea un derbi balear da algo más de motivación a la hora de afrontar el partido", afirma James.
Pese a los precedentes, ambos afirman que no será fácil el partido de este sábado. "No los vi jugar, ya que volvíamos de Valencia. Pero aunque estén con cero puntos, es un derbi y todo cambia. Son jóvenes, vendrán motivados y bien preparados. Y nosotros tendremos que jugar nuestras bazas, estar tranquilos y llevar el juego como locales y que los tres puntos se queden en casa", asegura Vallori.
Mientras, James tiene claro cómo 'meterle mano' al Baleares: "Debemos jugar como sabemos, ser intensos, jugar el balón, llegar a puerta y darlo todo. Si lo hacemos así, seguro que nos llevaremos el triunfo".
Reconoce Vallori que le preocupa que el rival del sábado "sea un filial, son jugadores que están de puente hacia el primer equipo, corren y luchan mucho". "De todos los rivales te debe preocupar algo, pero lo que realmente me preocupa es mi equipo. Si hacemos lo que tenemos que hacer con orden, podremos afrontar con más garantías las virtudes y puntos fuertes del Mallorca B", dice. "Nosotros no miramos al contrario. Sabemos los puntos fuertes que tienen e intentaremos hacer un buen partido. Más que mirar al rival, tenemos que mirarnos nosotros, intentar estar lo mejor posible y dar lo mejor para llevarnos los tres puntos", sentencia.
Con muchas ganas
Es un derbi que los balearicos esperan con muchas ganas. "Estrenarnos en nuestra casa y que el rival sea el Mallorca B es un aliciente más para que nuestros aficionados acudan el día del partido", añade Vallori. Con todo, el vestuario blanquiazul vive con intensidad contenida este duelo, al igual que ocurre en Son Bibiloni. "Como norma general, hablamos de cada partido cuando se va acercando el día de su disputa, afrontándolo y viviéndolo con intensidad", indica James, aunque reconoce que su técnico, Javier Olaizola, ya lo vive desde principios de semana: "Le encanta el club, es mallorquinista a muerte. Vive este partido de manera especial, por lo que todos intentaremos vivir este partido como él; seguro que así lo haremos lo mejor posible".
