El Real Mallorca concluyó el sábado la pretemporada y se adentra en la cuenta atrás para debutar en Liga el próximo sábado ante el Reus. Ha sido casi un mes y medio de intenso trabajo físico que arroja un balance positivo en líneas generales, aunque al equipo se le han visto algunos costurones.
Los siete amistosos disputados este verano han evidenciado flaquezas en la portería y en la punta de ataque. Roberto Santamaría, uno de los refuerzos estivales, no ha mostrado credenciales de titular. El exguardameta de la Ponferradina no ha sido todo lo fiable que se le presuponía, y Jesús Cabrero le ha ganado mucho terreno pese a que en julio parecía destinado a la suplencia.
El oscense, renovado una temporada contra todo pronóstico, completó dos actuaciones memorables contra rivales de la talla del West Bromwich Albion y el Granada. Ante los ingleses abortó dos remates que iban a gol en los últimos minutos del encuentro y salvó un merecido triunfo mallorquinista. El sábado, frente al Granada, empezó con dos grandes intervenciones que sostuvieron al equipo mientras se asentaba en el terreno de juego.
La segunda parte le tocó el turno a Santamaría, que encajó los tres goles que tumbaron al Mallorca. Varios desajustes defensivos contribuyeron decisivamente a que los tres tantos subieran al marcador, pero el portero pudo hacer algo más para evitarlo.
Por lo general, el navarro ha dejado un rastro de errores e imprecisiones que cuestionan su capacidad para ocupar la titularidad. Vázquez, de momento, no ha ofrecido pistas sobre a quién le dará la responsabilidad en el estreno contra el Reus y en los siguientes encuentros.
También hay algunas sombras en la parcela atacante. Si algo han demostrado Óscar Díaz y Colunga es que no han mejorado el nivel de la pasada temporada. Y todavía es muy pronto para valorar a Dejan Lekic y a Adrià Dalmau, dos delanteros que han concretado sus fichajes en los últimos días.
El Mallorca ha tenido cierta facilidad para crear ocasiones en estos partidos de pretemporada, pero sin un '9' sobre el terreno de juego se ha atascado en esos últimos metros que es donde suelen decidirse los partidos.
Brandon parece llegar al inicio del curso enchufado. Marcó al West Bromwich Albion el gol de la victoria mallorquinista y fue un incordio durante toda la segunda parte del duelo ante el Granada. Lago, Salomao, Roigé y Moutinho han dejado algún destello, en general un pobre bagaje para cuatro futbolistas que deberían marcar diferencias esta temporada.
De momento los futbolistas de ataque no acumulan demasiados argumentos para pensar en que ha habido un salto de calidad con respecto a la pasada temporada. Habrá que ver qué rendimiento ofrecerán Lekic y Dalmau.
Sí ha habido una mejoría en el centro del campo. Culio, Juan Rodríguez y Juan Domínguez concentran talento y carácter allí donde se genera el juego del equipo. Esta temporada el Mallorca debería carburar y mover la pelota con sentido. Fernando Cano y Damià también pelearán un puesto, aunque 'a priori' apuntan a secundarios.
La defensa, reforzada con Raíllo y Ansotegui, parece bien apuntalada, aunque el cordobés ha demostrado algunas lagunas en los marcajes. Yuste ha seguido creciendo en el centro de la defensa y se perfila como uno de los grandes protagonistas del curso que está a punto de arrancar.
No ha habido novedades en los laterales. Company y Campabadal pelearán por un sitio en el once titular. En el costado izquierdo Joan Oriol sigue sin competencia. Tan solo el inexperto Alberto López, que estará para cubrir alguna baja del catalán.
En menos de una semana empieza lo serio. Una nueva temporada en Segunda -la cuarta consecutiva- en la que esta vez el mallorquinismo espera que su equipo esté a la altura.
