El Real Mallorca organizó una presentación sosa y funcionarial para dar a conocer públicamente su proyecto deportivo 2016/17. Apenas diez minutos en los que se comprimieron dos breves discursos y el habitual desfile de futbolistas hasta el centro del campo, donde se subieron a una plataforma y posaron para los medios gráficos. Casi cinco mil espectadores presenciaron en directo la puesta de largo del equipo, que dentro de una semana debutará en Liga ante el Reus.

Lo único que alteró el letargo fue la confusión, algo cómica, que hubo a cuenta del color de la camiseta con que debía jugarse el partido. Cuando estaba a punto de arrancar el encuentro Monti Galmés cogió el micrófono y anunció que el Mallorca iba a tener que disputar su torneo de blanco porque el Granada no aceptaba cambiar su primera equipación.

"Comprendo vuestro enfado, que también es el nuestro", dijo el presidente tratando de sofocar los pitos de la grada. "Pero es más conveniente jugar con la camiseta blanca y el corazón rojo", añadió levantando la voz y ganándose, esta vez sí, los aplausos del respetable.

Ni un minuto tardó el presidente en volver a tomar posesión del micrófono para anunciar que el Granada aceptaba cambiar su camiseta y por la segunda equipación del Mallorca.

Esta salida del guión de Galmés fue lo único memorable de una presentación que empezó casi diez minutos tarde y con muchos aficionados buscando todavía sus localidades. No hay todavía ambiente de fútbol en Son Moix, un estadio al que le cuesta un mundo desperezarse.

Esta vez el club dejó a la cantera al margen de la presentación, así que todo el protagonismo recayó en la primera plantilla. Jaume Colombás anunció a cada futbolista, que se dirigió hacia el centro del campo entre los aplausos del público. El más ovacionado fue Brandon.

Jesús Cabrero, uno de los capitanes del Mallorca, pronunció un discurso tan breve y burocrático como el acto: "Estamos preparados y cargados de ilusión. Y con la responsabilidad de llegar a lo más alto posible".

Después le tocó el turno a Galmés, que se dirigió por primera vez a la afición desde que fue nombrado presidente del Mallorca el pasado 30 de junio. "'Amb tu farem por'", dijo parafraseando el lema de la campaña de abonados. "Lucharemos para estar arriba con vuestro apoyo. Queremos ver a nuestro equipo y empezar a creer en subir", indicó Galmés ganándose algunos aplausos de la grada.

Nada rompió, sin embargo, el gélido ambiente que se respiró en Son Moix durante toda la presentación. Maheta Molango, de vacaciones en México, se ausentó de un acto que nada tuvo que ver con los espectaculares eventos que se organizan en Estados Unidos para estimular al público. Quizás el próximo año los inversores norteamericanos dejen su huella en un Ciutat de Palma venido a menos.