El Real Mallorca se alzó ayer con la 44 edicicón del Trofeu de l'Agricultura al imponerse por un contundente 1-4 al Poblense, equipo que aguantó los veinte primeros minuntos, hasta la llegada del primer gol, conseguido por Lago Junior.

Como estaba previsto, Fernando Vázquez, técnico del Mallorca, puso en liza a dos equipos completamente diferentes en el partido que le enfrentaba a los poblers, en lo que se entendía como un entrenamiento con público para el de Castrofeito. Se tomó el partido como lo que era: un paso más en la preparación del equipo de cara al comienzo de la Liga, que comienza el próximo día 20 con la visita del recién ascendido Reus.

El conjuntro rojillo demostró las cualidades y los defectos que ha exhibido en esta pretemporada. Por un lado, una gran concentración y un carácter competitivo más que aceptable, una virtud que tanto se echó en falta la pasada temporada. Por contra, el equipo, pese a la goleada, mostró una vez más que le cuesta un mundo crear ocasiones de gol, pese a que en determinados momentos trenzó algunas jugadas de enorme mérito, con buenas triangulaciones.

Óscar Díaz sentenció a la media hora al aprovechar un centro de Cano, mientras que Brandon y Rodado redondearon el marcador en la segunda parte ante unb Poblense que cayó con dignidad, dando la cara en todo momento, pese a no poder evitar que el marcador reflejara la diferencia de categoría entre ambos equipos. Lucas fue el autor del gol local y Sául elegido mejor jugador del duelo.

Presenciaron el partido los presidentes del Poblense y Mallorca, Molondro y Monti Galmés, además de los expresidentes de ambos clubes, Pep Alorda y Miquel Contestí, junto al presidente de la Balear Miquel Bestard.